The Wall Street Journal
Para muchos estadounidenses, invertir en bienes raíces sigue siendo una aventura arriesgada. Para muchos extranjeros, sin embargo, es una oportunidad que no pueden dejar pasar.
Una encuesta divulgada el lunes por la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios de EE.UU. indica que la caída de seis años en los precios de la vivienda en Estados Unidos, combinada con la apreciación de algunas monedas de otros países y la continua inestabilidad en Europa, está alimentando una ola de compras de inmuebles estadounidenses por parte de extranjeros acaudalados, entre ellos asiáticos, canadienses, europeos y latinoamericanos deseosos de poseer una porción de EE.UU.
Los compradores internacionales invirtieron US$82.500 millones, o 8,9%, de los US$928.000 millones gastados en bienes raíces residenciales en EE.UU. en un período de 12 meses que terminó en marzo, según la encuesta. Esa cifra representa un alza de 24% frente a los US$66.400 millones gastados en el mismo lapso del año anterior.
El estudio muestra que cerca de 55% de los compradores proceden de cinco países: Canadá, China, México, India e Inglaterra. Brasil aparece en el sexto lugar, con 3% de las compras. En tanto, son cinco los estados que representan alrededor 55% de todas las ventas a los compradores internacionales: Florida, California, Texas, Arizona y Nueva York. La encuesta halló también que 62% de los compradores internacionales pagaron en efectivo.
En el estado de Florida, los venezolanos representaron 15% de los compradores para el período de un año terminado en octubre pasado, seguidos por los argentinos (12%) y brasileños (11%), de acuerdo con otra encuesta de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios de EE.UU.
"Cuando ven los precios a los que estamos vendiendo y los comparan con los de su mercado de origen lo consideran como un regalo", dice Harvey Hernández, director general de Newgard Group. Por ejemplo, el costo de un condominio frente al mar en Río de Janeiro es 50% más alto que un apartamento equivalente en Miami.
En promedio, los precios de Miami son de US$400 por pie cuadrado, frente a US$1.000 por pie cuadrado en Río de Janeiro y US$900 en Bogotá, según un informe de Related ISG, una firma inmobiliaria de Miami.
La demanda brasileña se ha acelerado particularmente durante el año pasado en medio de los crecientes precios de las propiedades en ese país. "Ellos dicen 'puedo comprar barato en EE.UU. y contar con una perspectiva de apreciación y, a la vez, proteger mi moneda al no gastar mi dinero en Brasil al actual nivel del mercado'", explica Mark Pordes, presidente ejecutivo de Pordes Residential, una firma inmobiliaria en Florida, que a principios de este año viajó a Brasil para conseguir compradores para la venta de residencias privadas y un hotel.
Yvan Martínez, un abogado inmobiliario de 39 años, oriundo de Caracas, compró una unidad como un lugar para resguardar su dinero. "En Venezuela, económica y políticamente, no hay estabilidad en estos momentos, dijo Martínez, quien ya es dueño de otra propiedad vacacional en Miami.
Por otra parte, agentes inmobiliarios dicen que Manhattan también ha llamado la atención de los compradores de América Latina y España.
Elida Jacobsen Justo, quien supervisa las ventas de The Mark, un proyecto de hotel-condominio de nueve unidades en Manhattan dice que está en conversaciones con dos compradores brasileños interesados en unidades híper lujosas, que se cotizan entre US$8 millones y US$60 millones. "Hace un año, compraban todo en Miami, pero ahora vemos que vienen a Nueva York", dice.