13 de abril de 2021

La Opinion

A medida que más personas reciben la vacuna de la Covid-19, los líderes corporativos e inversionistas se están preguntando cómo serán los hábitos de consumo de los ciudadanos y cómo cambiará el mercado en general.

Aproximadamente un tercio de la población ha recibido, al menos, una dosis de la vacuna. El movimiento en los aeropuertos y de las tiendas han aumentando. Algunos economistas predicen un gran auge que podría durar años.

La crisis sanitaria mundial seguirá moldeando la mentalidad de los consumidores y sus compras.

De acuerdo con la consultora AlixPartners, Estados Unidos tiene el nivel más alto de consumidores. En el país, uno de cada tres consumidores está preocupado por la salud física, y uno de cada cuatro dijo estar preocupado por la salud mental.

Este factor, para los minoristas representa preocupaciones, ya que basados en las inquietudes de la población, pueden aumentar la importancia de mantener los protocolos de seguridad, como tener una limpieza más rigurosa.

Lo anterior tendrá un impacto en los negocios de venta de comida, así como la forma en cómo se recoge y entrega. Esto será un factor en los hábitos de compra de alimentos de las personas en el futuro.

 

La recuperación para los restaurantes y el sector de los viajes serán más lentos, de acuerdo con AlixPartner. Además, la consultora reveló que un grueso de la población externó que sus hábitos de consumo cambiaron por completo.

Los consumidores que informaron que sus hábitos cambiaron permanentemente, por lo que el 30%  de los encuestados dijo que planea gastar más en comestibles, el 44% externó que gastará menos en salidas a cenar.

En contraste, la población más joven está ansiosa por salir y gastar, en especial, en ropa y accesorios. El  presidente ejecutivo de Levi Strauss & Co, Chip Bergh, dijo a CNBC que la pandemia ha inspirado la moda que los clientes jóvenes también están adoptando.

Los expertos coinciden en que la forma en la que conocemos el comercio ha cambiado de forma radical en un año. Por lo que, tanto consumidores como empresas buscarán realizar sus actividades en un marco de menos contacto social.

Aunado a esto, se vislumbra que el comercio electrónico se consolide forma notoria, representando un enorme reto para el comercio minorista