The Associate Press
WASHINGTON -- El Servicio Postal estadounidense perdió 2.000 millones de dólares en el trimestre abril-junio a pesar de que el volumen de envíos aumentó y las tarifas subieron, dijeron el lunes las autoridades.
La pérdida fue significativamente mayor que la de 740 millones de dólares registrada en el mismo período del año anterior. El correo atribuyó el incremento en las pérdidas a los aumentos de sueldos y prestaciones, y dijo que no podrá efectuar en septiembre el pago de 5.700 millones de dólares para prestaciones de salud de futuros jubilados, tal como le ordenó el Congreso.
Los ingresos operativos aumentaron 2% en comparación con el segundo trimestre del año pasado.
"Debido a las pérdidas constantes y los bajos niveles de liquidez, hemos sido sumamente conservadores con nuestro capital, gastando solamente lo que se considera esencial para mantener la infraestructura existente", dijo el gerente financiero del Servicio Postal, Joseph Corbett.
El correo es una agencia independiente que no recibe dinero de los contribuyentes para sus operaciones cotidianas, pero está sujeto a control del Congreso. Ha pedido suspender la mayoría de las entregas de los sábados, una solicitud estancada en el Congreso y a la que se oponen los sindicatos del sector. También quiere eliminar el pago anual de 5.700 millones de dólares para prestaciones de salud de futuros jubilados que ordenó el legislativo.
Fredric Rolando, presidente del sindicato de carteros, coincide en que el Congreso debería eliminar el pago ordenado en 2006, pero asegura que sería "irresponsable degradar los servicios a los estadounidenses y sus negocios" en momentos que el Servicio Postal se recupera junto con la economía.
Como más gente hace compras a través del internet, éste "es ahora un factor positivo para el Servicio Postal, un buen augurio para el futuro a medida que crece el comercio electrónico", agregó.
El correo ha entrado en mora anteriormente en pagos anuales para cubrir las prestaciones de salud previstas para futuros jubilados. Corbett dijo que también necesita 10.000 millones de dólares con el fin de reemplazar vehículos viejos, comprar equipos de clasificación de paquetes y mejorar otros aspectos de su infraestructura.