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Muchos eran los que defendían a Donald Trump a capa y espada por nombrar, en algún momento en alguna de sus polémicas apariciones televisivas, la palabra multinivel. También es más que conocida su codicia y su faceta de actor y showman.
Como en política, los líderes multinivel nunca reconocerán su incapacidad y fracaso ante una situación indiscutible e insostenible. Donald Trump no es tonto, eso está clarísimo, pero alguien que se ha declarado 4 veces en bancarrota en los últimos 18 años, no debería ejercer como empresario; aunque siempre le quedará el multinivel.
Trump Entertainment posee el Trump Taj Majal, el Trump Plaza y el Trump Marina en Atlantic City. Tenían la obligación de efectuar el pago de 53,1 millones de dólares el 1 de diciembre del pasado año pero no pudo afrontar el pago, viéndose en la ruinosa obligación de solicitar un aplazamiento.
Los prestamistas involucrados en el contrato de 490 millones de dólares que Donald Trump adeuda, están desesperados esperando poder ejercer sus derechos en el cobro del préstamo. En el año 2008, las ganacias del Taj Majal cayeron un 5,8%, el Plaza perdió un 6,7% y el Marina cayó un 15,8%.
La actual crisis no ayuda a que el imperio de Donald Trump efectúe sus pagos y los analistas preveen que tenga que solicitar otra prórroga en los pagos. Es un luchador ambicioso y una persona extremadamente inteligente y seguro que saldrá de esta pero, Sr. Trump, los negocios multinivel no le sacarán las castañas del fuego aunque le sirvan para pagar otro divorcio millonario.
No hace mucho se le vinculaba al multinivel ACN en el cual se pueden encontrar varios endorsements del señor Trump. Al no terminar de comprenderse la mecánica y enfoque de esta empresa, en el mundo de hispanoparlantes no ha terminado de cuajar la idea. Pero el colofón final es Trump Network; un sistema multinivel con el que muchos defendieron y argumentaron la veracidad de los testimonios de Donald Trump apoyando este sistema perteneciente a la familia del network marketing.
En principio, Donald Trump no comenzó su propio multinivel sino que compró una empresa que ya tenía cierta presencia en el nicho de mercado de la nutrición personalizada. Enfocó la empresa en una línea que comprendía tres líneas de productos para los distribuidores, lo cual entendemos que es un buen enfoque para no confundir a los clientes con docenas de panfletos informativos. El paso final fue desarrollar el plan de marketing, un sistema multinivel.
La nave empezó a despegar verticalmente por el gran revuelo que se armó. Donald Trump dirigiendo personalmente su propio negocio multinivel y apareciendo en todas las portadas, digno de ver. El crecimiento tan espectacular que experimentó en su primer mes de vida sólo es comparable a la caída en picado del siguiente año de desarrollo. Como sucede en el 85% de los negocios multinivel, otro año más de rentabilidad para la empresa (no para los distribuidores) y Trump Network pasará a la infinita lista de negocios multinivel que iban a comerse el mundo y ni siquiera llegaron a lamerlo. Este es el balance de este primer año de vida de la empresa y la media de vida de un multinivel son dos años, ya se sabe.
Muchas personas atribuyen la participación tan directa del señor Trump, en este multinivel, a la necesidad de generar ingresos rápidos para saldar sus deudas. Menos personas lo atribuyen al caracter competitivo de este personaje y al desafío que supone triunfar en un negocio multinivel. Y otras tantas, como es lógico, lo tachan de estafa. De cualquier forma, suceda lo que suceda, el propietario verdadero del negocio, en este caso Donald Trump, habrá ganado algunos millones de dólares. ¿Y los distribuidores? Que cada uno saque sus propias conclusiones.