5 de julio de 2016
Diario Las Americas
Los padres con ingresos medios en Estados Unidos deben pagar un promedio de $245.340 dólares durante la crianza de un hijo. Así lo reveló un estudio realizado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).
Aquí se contempla desde su nacimiento hasta que cumple 18 años. La investigación no incluye ningún valor por estudios de nivel superior, reseñó un artículo publicado por Wall Street Journal.
En tanto, los progenitores con bajos ingresos económicos pagan aproximadamente $176.550 dólares. La cifra asciende, para las familias con jugosos salarios, hasta los $407.820 dólares.
Desglose
La pesquisa dividió cada gasto en varias categorías. En la vivienda los padres gastan el 30%, en cuidado infantil y educación (18%), alimentación (16%), transporte (14%), salud (8%), ropa (6%) y extras que puedan surgir (8%).
Para una familia con ingresos medios, el costo real en el aspecto de la vivienda es de $73.260 dólares; la alimentación demanda $39.060 dólares y la transportación $34.710 dólares.
Por otro lado, los padres gastan en ropa para su hijo $14.070 dólares hasta los 18 años de edad; en su cuidado y educación $44.400; los servicios de salud absorben unos $20.130 dólares.
El propio estudio resaltó que en otros gastos los padres desembolsan como promedio $19.710 dólares.
Mientras, de 0 a 2 años se gastan $12.940 dólares por año; de 6 a 8 se utilizan $12.800 dólares y de 15 a 17 años el monto promedio asciende a $14.970 dólares.
Cuando su hijo supera los 18 años prepárese para abonar una media de $18.390 dólares anuales en gastos universitarios, en caso de que estudie en una institución pública. Si decide pagar por una privada, de su bolsillo saldrán unos $40.920 dólares.
Cambios
Los gastos en la crianza de los hijos en EEUU han aumentado notablemente desde el final de la crisis inmobiliaria en 2009.
En la actualidad, se emplea menos dinero en artículos básicos como la ropa, champú, cepillos de diente o juguetes, por solo mencionar algunos ejemplos.
Sin embargo, los servicios sí demandan de una gran suma de dinero anual. Una familia de un padre y una madre que vive con su hijo gastó en 2013 un promedio del 18 por ciento de sus ingresos en la educación y el cuidado de su hijo. Esta cifra es superior en un 2 por ciento respecto a 1960.
La situación desencadena entonces que quienes desean y planifican realmente tener hijos lo piensen en serio. Lo mejor sería asegurar y enriquecer la economía familiar antes de decidirse a procrear. Puede que se corra con la suerte de lograrlo.
En cambio, si la vida no les mira con la mejor de las caras, tampoco esperar a que suceda por arte de magia es la solución. ¿Consejos? Planificar y establecer prioridades pueden ser las alternativas.