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Los demandantes de un pleito de clase contra UBS Financial Services y Banco Popular por pérdidas obtenidas en fondos mutuos, tendrán que litigar su caso en Nueva York.
La juez Carmen Consuelo Cerezo ordenó transferir el caso a Nueva York radicado por demandantes que alegan que las firmas instigaron a los inversionistas, en su mayoría personas retiradas o mayores que perdieron ahorros de toda una vida, a que invirtieran en fondos mutuos riesgosos y volátiles.
En la decisión emitida el 30 de marzo, Consuelo Cerezo alegó que los demandantes firmaron contratos en donde se obligaban a litigar cualquier reclamación en Nueva York.
Los representantes de la demanda de clase Nora Fernández, Augusto Schreiner, Eddie Toro Vélez, Víctor R. Vela Diez De Andino, Juan Viera, Georgina Vélez Montes, y Esther Santana radicaron su demanda en mayo del 2014 contra UBS AG; UBS Financial Services Incorporated of Puerto Rico, UBS Trust Company; UBS Bank USA; Carlos V. Ubiñas, Miguel A. Ferrer; Banco Popular de Puerto Rico y Popular Securities.
La demanda, en la cual se reclaman al menos $5 millones en pérdidas, es una de varias radicadas contra UBS en donde se reclaman sobre $600 millones en daños.
La demanda alega que los demandados faltaron a su deber fiduciario e influenciaron a los demandantes a que invirtieran en fondos mutuos volátiles y arriesgados, ocasionando que perdieran ahorros de toda una vida con el propósito de llenar sus bolsillos con grandes sumas de dinero en comisiones.
Los fondos mutuos fueron incorporados en Puerto Rico y estaban exentos de pagar contribuciones locales en la medida que el 67% de su composición fuesen activos de Puerto Rico. Los demandados hicieron creer a los demandantes que los fondos eran de valor fijo y seguros.
En cambio, los fondos eran inversiones volátiles ya que aproximadamente el 50% de sus activos eran financiados por endeudamiento o préstamos. Además, los fondos estaban invertidos en cientos de millones de dólares en títulos de deuda emitidas por el gobierno de Puerto Rico, que, dada la inestabilidad de la economía de los últimos años, eran especialmente riesgosos.
Para los demandados, sin embargo, las inversiones les permitieron hacer miles de millones en comisiones. Tras obviar reglamentaciones éticas, los demandados participaron en la creación, gerencia y tráfico de los fondos.
Según la demanda, la “Casa de Barajas” que habían creado los demandantes se comenzó a desplomar en el 2013 cuando los fondos comenzaron a bajar de valor debido a la alta concentración que tenían de deuda de Puerto Rico. Para marzo del 2014, los fondos habían perdido más de la mitad de su valor.
Ya UBS admitió culpa en parte del esquema al aceptar que usó dinero de préstamos emitidos por UBS Bank a los demandados para comprar fondos en violación de la ley, según la demanda. UBS tuvo que transar una reclamación con el Comisionado de Instituciones Financieras y transferir a Puerto Rico $562 millones en préstamos.