13 de diciembre de 2021
Expansion.mx
La inflación no ha perdonado ni al café de cada mañana. La primera en reconocerlo ha sido la compañía Nestlé, que vende café por todo el mundo con sus marcas Nespresso y la licencia de Starbucks. “Seguimos abordando de forma proactiva estas presiones inflacionarias”, reconoció la empresa suiza en su último reporte trimestral de septiembre.
La estrategia “proactiva” se traduce en aumento de precios “de forma constante” en los últimos 12 meses. Quizá haya que prepararse para desembolsar un poco más por un cafecito, porque, a decir de la empresa, la tendencia seguirá hasta 2022.
El precio del café arábica tocó máximos no vistos en una década. Los contratos a futuro de esta variedad del grano, uno de los más utilizados por Nestlé y otras empresas que comercializan café, subieron de los 3.45 dólares por kilogramo al cierre del año pasado, a 5.71 dólares a finales de noviembre de 2021. Incluso, el indicador de Bloomberg que refleja el precio de los contratos de café aumentó 90.48% en un lapso de un año.
En México, los precios promedio del café de marcas como Nescafé, Legal o Starbucks aún no reflejan el incremento visto en los contratos de arábica, exportado principalmente de Brasil y Colombia, de acuerdo con los datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al cierre de noviembre. Otros, como el precio promedio de la bolsa de 500 gramos de café regular de Punta de Cielo, registró un alza de 20.13% al comparar el mes de noviembre del año pasado frente al mismo mes de 2021, según datos del INEGI.
“La transferencia ya se está dando en el sector minorista y este aumento va a continuar”, dice Ana Azuara, analista de commodities de la institución financiera Banco Base.
Una parte de la presión en el precio de los contratos de café se explica por las interrupciones logísticas en las cadenas de suministro y un menor número de exportaciones colombianas a las estimadas, señalaron los analistas de Rabobank en un reporte. “Aunque las reservas se están estabilizando”.
Otro elemento que impactó en la producción cafetalera fueron las condiciones climáticas adversas, como las heladas observadas en Brasil en agosto. En este periodo, el gobierno del país sudamericano estimó que la cosecha de café arábica fue un cuarto menor a la de 2020. El panorama parece no mejorar para el siguiente periodo de producción.
“Hay expectativas de que el fenómeno de ‘La Niña’ se propague y que cause más sequías y pudiera dañar la siguiente temporada”, afirma Azuara.
Con una demanda creciente y una presión en los costos, las empresas que exportan y venden café, como Nestlé, poco a poco se ven orilladas a aumentar el precio al consumidor. “Esperamos aumentar progresivamente los precios de forma responsable en lo que queda de 2021 y 2022, con diferentes tendencias por geografía y categoría”, señaló la firma en su último reporte trimestral.