16 de junio de 2017
El Nuevo Herald
Vivimos un momento emocionante, con más creatividad e iniciativas empresariales que nunca. Tan solo en los EEUU, tierra de startups, la inversión por parte de empresas de capital riesgo en startups fue de 69,110 millones de dólares. Y, como es natural, el sueño de cualquier emprendedor es tener una gran idea y que tenga éxito. Sin embargo, a menudo no se dedica el suficiente esfuerzo al nombre de una startup y a su identidad digital asociada. Aparte de la presencia en redes sociales y del diseño del sitio web, la creación de marca también debe incluir un nombre de dominio adecuado. A continuación, se enumeran los cinco errores más frecuentes a la hora de elegir un nombre de dominio.
1. La ‘startup’ no tiene dominio propio
El sitio web actúa como centro de contacto para los clientes y es el núcleo de la red de comunicaciones de una empresa. Los propietarios de sitios web tienen libertad para diseñar el contenido como prefieran y no es necesario que sigan directrices restrictivas de empresas externas, como Facebook o App Store. Si no pueden gestionar el contenido ellos mismos, se arriesgan a depender de proveedores externos. Ya no tienen autoridad para decidir qué contenido se bloquea o se censura o qué ven los usuarios finales en última instancia. La solución: Aloje su propio sitio web y asegúrese de asignarle un nombre de dominio de calidad.
2. El nombre de dominio no se corresponde con el nombre de la empresa
El nombre de la empresa y el nombre del dominio correspondiente deben coincidir. Por desgracia, son muchas las empresas nuevas que tardan demasiado en obtener una dirección adecuada y su perfil de marca sufre las consecuencias. Por ejemplo, Twitter empezó con el dominio twttr.com. Los fundadores no tardaron en darse cuenta de que twitter.com era una opción mejor y pudieron hacerse con el dominio, pero no fue hasta pasados seis meses después de su lanzamiento.
3. El nombre de dominio no es fácil de recordar
Las empresas nuevas suelen elegir nombres de dominio con juegos de palabras para ser diferentes y originales. Hace poco asistimos al SXSW y vimos que una conferencia sobre formación titulada Instructional Coaching Conference utilizaba la dirección http: //events.esc13.net/icc. ¿Quién va a acordarse de una dirección tan enrevesada? ¿No sería mejor utilizar icc.events? El desafío al que se enfrentan la mayoría de empresas es que un nombre de dominio debe anunciarse de forma agresiva para que se pueda memorizar y eso sale caro. Lo peor que puede pasar es que los clientes potenciales no encuentren el sitio web de una empresa y terminen en el de la competencia.
¿Cómo podemos evitarlo? Con el eficaz principio KISS: Keep It Simple, Stupid (Simplifica, tonto) Cuanto más corto y sencillo sea el nombre de dominio, más fácil será recordarlo.
4. La startup no posee las opciones con errores tipográficos
Si la dirección web incluye una palabra artificial, es importante asegurarse de comprar también las versiones con errores tipográficos. De este modo, los visitantes llegarán a la web incluso si escriben el nombre de dominio de forma incorrecta. Facebook posee todas las versiones con errores tipográficos; si escribimos Faceboo.com, Facebok.com y otras variantes, siempre acabaremos en su sitio.
5. La extensión del dominio es arriesgada
Es necesario tener en cuenta la finalización del dominio al elegir el nombre porque algunas extensiones entrañan riesgos imprevistos. La terminación .ly, conocida por direcciones como bit.ly o visual.ly, es actualmente la extensión de código de país de Libia. Y, en ocasiones, las normativas o leyes específicas de un país son radicalmente opuestas a las de las direcciones más populares como .com y demás. Una posible consecuencia de este tipo de situaciones podría ser la eliminación o el bloqueo sin previo aviso del dominio por parte de la autoridad competente del estado en cuestión.
Incluso las extensiones de dominio que no tienen relación con zonas conflictivas pueden ofrecer resultados inesperados. Por ejemplo, están aumentando rápidamente las cuotas de registro anual de extensiones de dominio como .hosting y .audio. Estas terminaciones solían costar 20 $, pero ahora han aumentado hasta los 300 $ al año.
Los expertos digitales recomiendan utilizar una extensión de dominio verificada, como .com, .net o bien .org, como dirección principal de los sitios web. Con todo, vale la pena consultar los nuevos dominios gTLD que aparecieron en 2013. Hay más de 700 nuevas extensiones, como .club, shop u .online que podrían ser adecuadas para su producto o servicio. Por lo demás, las startups deben ampliar sus carteras paso a paso y tener en cuenta estos consejos para evitar los cinco errores más frecuentes a la hora de seleccionar un nombre de dominio.
Si el nombre de dominio deseado ya no está disponible, no hay que desanimarse ni actuar de manera precipitada conformándose con una opción de segunda categoría. A menudo se puede comprar el dominio al actual propietario. Esto es lo que suele suceder cuando una empresa pasa de startup a marca de reconocido prestigio como Twitter, Facebook y otros sitios populares.