23 de febrero de 2012
El Nuevo Herald
SAN FRANCISCO -- Las autoridades de la salud de California se alarmaron cuando a una mujer mexicana-estadounidense le diagnosticaron intoxicación por mercurio que le causó jaquecas, entumecimiento, depresión y pérdida de memoria.
Tras revisar su casa en busca del agente causante, determinaron que una crema ilegal para blanquear la piel, traída de contrabando desde México, era la culpable.
Los investigadores están recorriendo de incógnito algunas comunidades étnicas de la bahía de San Francisco cuyas normas culturales favorecen la piel más clara como señal de belleza, a fin de detectar los productos traídos del exterior, cuyo ingrediente que ataca los pigmentos puede tener efectos secundarios dañinos.
La crema con mercurio que viene en frascos sin etiqueta se usa típicamente para aclarar la piel, borrar pecas y arrugas, y también para tratar el acné.
El mercurio bloquea la melanina, que da la pigmentación a la piel y el cabello.
Pero la intoxicación con mercurio puede dañar el sistema nervioso y los riñones. Aún una toxicidad de leve a moderada, debido a mercurio inorgánico, puede producir irritabilidad, dificultad de concentración y pérdida de memoria. Otros efectos secundarios posibles son insomnio y pérdida de peso, así como hormigueo en manos y pies o alrededor de los labios.
Las autoridades de salud en California colaboraron con los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades, organización nacional, para producir un informe en enero según el cual por lo menos 22 personas en cinco viviendas de California y Virginia habían compartido cremas para blanquear la piel producidas en México. Doce personas en California y 10 en Virginia tenían mercurio en la sangre; los mayores niveles se registraron en las mujeres que usaban la crema por lo menos dos veces por día.
El informe concluyó que seis de las mujeres observadas presentaban síntomas consecuentes como la exposición crónica al mercurio. Todas dijeron haber conseguido sus cremas directamente desde México o por familiares en Virginia que habían comprado las cremas en México.
Doce de aquellos a quienes se les hallaron niveles de mercurio en la orina no habían usado la crema, pero probablemente estuvieron expuestas a manos que todavía tenían vestigios del metal. El más pequeño era un bebé de ocho meses.
“Es muy perjudicial para el sistema nervioso y los riñones, y después también puede causar cambios de personalidad y varios otros problemas”, dijo el doctor Rupali Das, coautor del informe. “Nos preocupan los efectos perjudiciales que el mercurio puede tener sobre los niños. Puede demorar su desarrollo y podrían no recuperar lo perdido jamás”.
Algunas de las cremas recolectadas y analizadas por funcionarios médicos de California contenían niveles de mercurio de 20,000 a 56,000 partes por millón. La Administración de Alimentos y Medicamentos sólo permite vestigios de mercurio en las cremas menores a una parte por millón.