24 de septiembre de 2014

Noticel

En entrevista con NotiCel, Arvelo, opinó que en estos momentos es necesario legislar una medida que le dé “flexibilidad” a los consumidores para no atarse a un contrato, o si lo están, que se les permita hacer ajustes en sus planes de servicios de celular para bajar la tarifa mensual sin que se les impongan requerimientos. 

De esta manera, rechazó el Proyecto de la Cámara 1978, que le permite a las compañías de celulares solicitar a sus clientes individuales que renueven o extiendan sus contratos al cambiar sus planes de servicio por una cuantía menor a la que pagan, o que sean clientes corporativos, o que cambien el equipo.

De hecho, Dr. Shopper, rebatió el argumento de las compañías AT&T y T-Mobile de que este estatuto haría que aumenten los costos de los servicios para los consumidores.

“Eso es totalmente falso porque esa gente no operan en un ámbito social o controlado. Esa gente opera en un libre mercado. Y al operar en un libre mercado, (es la ley de) oferta y demanda. Porque si fuera así entonces T-Mobile no estuviera ofreciendo las tarifas y unas ofertas sin tumbarle el negocio a su competidor. Es un mercado que está en contracción, donde hay menos gente en Puerto Rico, donde los chavos están apretra'o. La compañía que quiera sobrevivir va a tener que reaccionar a la tendencia del mercado”, puntualizó.

De otro lado, Arvelo, se mostró en contra del Proyecto de la Cámara 2052, que persigue que no se les ofrezca el espacio a los clientes corporativos de  pagar sanciones de manera prorrateada si deciden terminar sus contratos antes de tiempo. Sin embargo, los clientes individuales sí podrán pagar la penalidad en base a un prorrateo mensual que daría comienzo desde que firman el contrato con la compañía de celulares.

En ese sentido cuestionó: “¿Cuál es la diferencia entre un cliente corporativo a un consumidor individual? Básicamente debiera aplicarles a todos. Yo estoy en contra de que se fragmente. (La medida) podría declararse hasta inconstitucional porque la empresa puede tener en su poder el negociar con el suplidor y tú se lo estas limitando”.

A su entender es la “guerra de precios” entre las distintas compañías, más que la puesta en vigor de la Ley 157 de 2013, lo que ha afectado las negociaciones de los acuerdos con los clientes corporativos, y a su vez perjudicado en los márgenes de ganancia de las empresas.

De limitarse las protecciones de la Ley 157 únicamente para los clientes individuales, Arvelo advierte que los clientes corporativos podrían desde inclinarse por obtener servicios móviles prepagados, o cancelar los contratos para pagarles un estipendio mensual a sus empleados por los gastos de celular.

Pues, “es mejor comerse un bizcocho entre dos que un pedazo de mierda solo”, sentenció el Dr. Shopper.

A su vez, destacó que las prohibiciones para que las compañías de celulares no puedan reemplazar los teléfonos dañados de sus clientes por unidades usadas o remanufacturadas cuando esto tenga una garantía de fábrica o garantía extendida, debieran extenderse a otros equipos tecnológicos para que se obligue a las empresas a dar un producto de remplazo equivalente al que el consumidor adquirió.

De acuerdo a Arvelo, no es solamente con los celulares que los consumidores pasan dolores de cabeza para hacer valer lo estipulado en las garantías, sino que también ha ocurrido con otros productos como lo son las consolas de videojuego de PlayStation, que aparte de que se le requiere a los clientes el envío de dicho equipo dañado al estado de Texas, el producto reemplazado es remanufacturado y dan por terminado la garantía antes de que culmine los primeros 12 meses.

“Ahora si me vendes un (celular) remanufacturado y me das un remanufacturado de garantía, chévere. Si el teléfono me lo das gratis y se me daña y tú me das uno remanufacturado, eso es lo que hay”, aquilató sobre el Proyecto de la Cámara 1156.

También Arvelo reconoce que hay ciertos celulares, como los iPhone, donde las garantías extendidas solo son ofrecidas por ciertas compañías y no se honra de la misma manera que en otros lugares fuera de Puerto Rico.

Finalmente, tuvo sus reparos sobre las altas ventas que se alega se registraron en la Isla con los nuevos teléfonos de la empresa Apple, que supuestamente provocaron se agotaran, pues cuestiona cuántas unidades fueron traídas para ser vendidas localmente en medio del lanzamiento mundial.

“El iPhone no es tanto el producto sino las tácticas de mercadeo que la gente de la compañía de Apple es muy hábil en crear esa demanda instantánea, capitalizando un segmento del mercado que se llama los ‘early adopter’. Los ‘early adopter’ son unas personas que cada vez que sale una tecnología nueva están dispuestas hacer esa búsqueda para ser los primeros en tenerlo”, determinó. 

Según Arvelo estos “early adopter” son usualmente personas jóvenes que quieren tener el “último gadget (aparato)”, pero que no representan la totalidad de los consumidores.

Con el paso de la “euforia” del iPhone 6 y el iPhone 6 Plus, la empresa Apple se enfrentará a empresas como Samsung, que en octubre lanzará el Galaxy Note 4.