El Nuevo Dia
Estás descansando cuando, de repente, un extraño toca la puerta de tu hogar. O quizás limpias o cocinas o te duchas o ves televisión mientras el desconocido se asoma y dice que quiere vender algo. Entonces… ¿qué haces?
El tema no es nuevo en la Isla y ha levantado preocupación, sobre todo por los robos domiciliarios. La Policía no tiene estadísticas sobre estos crímenes, pero ha llegado a hacer llamados para que la ciudadanía se mantenga alerta. De hecho, durante el mes pasado, una residente del municipio de San Sebastián radicó una querella luego de que una mujer supuestamente sospechosa se acercara a su vivienda para comprar oro.
“Esto (los crímenes cometidos por personas que llegan a tu hogar) pasa todos los días en Puerto Rico. Los robos domiciliarios son como una plaga”, sostiene Miriam Polo, quien trabaja hace una década como detective privada y consultora certificada de seguridad.
A continuación, la investigadora presenta algunos consejos para minimizar la posibilidad de que seas víctima de este tipo de delito:
1.Lo primero es entender que no hay reglas fijas de cómo reaccionar cuando alguien llega a tu casa con la excusa de que quiere venderte algo. Pero, si realmente te interesa y necesitas la mercancía, cómprala sin abrirle la puerta. No le permitas acceso a la casa, bajo ninguna circunstancia.
2. Jamás respondas a preguntas sobre tu estilo de vida o de tu familia. Nunca le digas con quién resides y, por ninguna razón, comentes que vives solo. “Esta persona puede venir con la buena intención de ganarse el peso, pero otros vienen a husmear para luego robar o cometer un crimen”, destaca la detective.
3. Si vas a buscar dinero o a alguien, ciérrale la puerta mientras lo haces. “Recuerda que, aunque la persona venga con buena intención, no es una visita amistosa porque no tienes ninguna conexión emocional con ese desconocido”, subraya la investigadora.
4. No demuestres duda a ningún vendedor o visitante que se presente en tu casa de forma inesperada. “Si es no, es no”, expone.
5. Si alguien se presenta como un encuestador del gobierno, pídele que muestre una identificación oficial.
6. Ser consciente de que “un acto de buena fe puede costarte la vida”.
7. Si alguien quiere ofrecerte servicio doméstico -como un jardinero, plomero, mecánico o “handyman”- no le muestres ninguna parte de tu casa.
8. Se juicioso sobre el tipo de producto que te quieren vender. Algunos de estos artículos pueden ser robados, así que -por ejemplo- evita comprar enseres eléctricos o artefactos electrónicos. Tampoco compre, intercambie o venda prendas o joyas ante las ofertas de algún desconocido.
9. Se razonable con la hora de la visita inesperada. “Nadie debería estar vendiendo nada de noche o de madrugada”, menciona.
10. Piensa en el peor escenario y utiliza el sentido común.
11. No te distraigas. “Analiza por qué esta persona se está acercando, pero no te ofusques tratando de entender el acercamiento porque, mientras esa persona viene con el cuentito, otra puede atacar”, dice.
12. Reconoce que hay personas que utilizan a los niños para tratar de cegar antes de cometer un crimen. “No hay cosa que más ablande el corazón que la necesidad y ternura de un niño. Desafortunadamente, hay quienes los utilizan como carnada”, advierte. Analiza entonces quién acompaña al menor y llama a la policía si está sin supervisión adulta.
¿Qué hacer si un desconocido ataca en tu hogar?
1. No te resistas a un robo, ni salgas corriendo inmediatamente. Contraatacar y huir de forma evidente podría costarte la vida.
2. Si decides sacar un arma, úsala. No la muestres para asustar porque el criminal podría utilizarla en tu contra o decidir atacarte de forma mortal.
3. Intenta llamar al 9-1-1 durante el incidente sin que el pillo se percate y, si no, comunícate con la Policía justo después del robo o ataque.
4. Observa la mayor cantidad de rasgos de la persona que ataca. Preste especial atención a su voz y a su cara, sobre todo a sus ojos.
Si te das cuenta de que perdiste tu juego de llave tras el incidente (o incluso si éste desaparece luego de la visita de algún vendedor ambulante que haya entrado a tu casa), resulta imperativo que cambies la cerradura.