11 de mayo de 2016
Consumer Reports
Casi la mitad de todos los adultos de Estados Unidos maneja actualmente un auto que compró usado. Y un tercio de todos los compradores de autos usados consideró comprar un auto nuevo, pero terminó con uno usado. Dadas la durabilidad y la confiabilidad de muchos autos, la compra de autos usados se está convirtiendo en una mejor opción que antes.
Consumer Reports cree firmemente que comprar un auto usado relativamente reciente, uno en buenas condiciones mecánicas y equipado con la mayoría de las últimas características de seguridad y conectividad, es la mejor manera de obtener más por tu dinero.
Nuestra encuesta de 1,006 estadounidenses que compraron un auto usado de un modelo del año 2000 o más reciente durante los últimos 5 años demostró que, de la misma forma como al comprar uno nuevo, había bastante flexibilidad en cuanto al precio.
Aquellos que utilizaron el precio propuesto como punto inicial para entablar negociaciones terminaron con un precio de compra menor, ya sea que compraran de un concesionario de autos nuevos con franquicia, de un concesionario de autos usados independiente o de un vendedor privado.
Según nuestra encuesta, el 70% de los compradores de autos usados regateó sobre el precio y logró conseguir una mejor oferta en el 83% de los casos. Y los ahorros conseguidos por haber negociado con destreza fueron sorprendentes: El promedio reportado fue de $900 o un 8% menos que el precio propuesto inicialmente.
Entonces ¿cuál es la estrategia más exitosa utilizada por los regateadores efectivos? Resulta que es el uso del enfoque directo: pedir simplemente un precio mejor. Funcionó para el 68% de los negociadores exitosos. Otras tácticas incluyeron informar al vendedor sobre el valor de autos similares buscados en Internet o amenazar con irse, lo que funcionó para el 48% y para el 28% de los regateadores exitosos, respectivamente.
Cómo compra la gente
Casi la mitad de todos los compradores de autos usados buscan en Kelley Blue Book o Black Book el valor estimado de un vehículo antes de pagar en efectivo. Una cantidad similar de encuestados dijeron que también buscaron los antecedentes de un auto en Carfax o en AutoCheck, aunque esa práctica se redujo de manera considerable en aquellos que compraron de vendedores privados, en cuyo caso solo el 25 lo hizo.
Independientemente de dónde compres un auto, Consumer Reports recomienda fuertemente que solicites una inspección del auto por un mecánico matriculado para asegurarte de no tener ninguna mala sorpresa. Sin embargo, solo el 41% de los compradores encuestados que compraron de un vendedor privado o de un concesionario de autos usados solicitaron su revisión por parte de un mecánico, y solo el 36% que compraron de un concesionario de autos nuevos lo hizo. Esto a pesar de las preocupaciones expresadas por los compradores acerca de la posibilidad de “comprar inadvertidamente un auto que había sufrido un accidente” o de “vendedores poco confiables”.
Una última precaución al comprar de un vendedor privado: Encuentra un lugar público para encontrarte con el vendedor. Hay muchas historias en Internet acerca de robos sufridos por personas al reunirse con el vendedor para negociar una compra. Según nuestra encuesta, al menos un tercio de los compradores de comerciantes privados no conocía a los vendedores, pero solo alrededor de una quinta parte de ellos se encontró con uno en un lugar público. Más de la mitad fue a la casa del vendedor y el 16% dijo que le llevaron el auto a su casa.
Consumer Reports opina que es preferible encontrarse en un terreno neutral, tanto por razones de seguridad como para eliminar cualquier ventaja que tenga el vendedor por encontrarse “en su propio territorio”.
Cómo elegir la mejor forma de pago
Tratándose de la compra de autos usados, la satisfacción del consumidor varía significativamente según si el comprador financió el auto o pagó el monto total en efectivo.
Alrededor del 70% de los autos usados comprados de un concesionario de autos nuevos con franquicia o de un vendedor de autos usados independiente son financiados. En comparación, menos del 20% de las transacciones con vendedores privados son financiadas.
Aquellos que financiaron un auto que adquirieron en un concesionario de autos usados informaron el menor nivel de satisfacción con el acuerdo al que llegaron. Y son el único grupo en el que menos de la mitad informó un nivel alto de satisfacción con el precio que terminaron pagando.
Cuándo vale la pena una garantía extendida
La mayoría de los concesionarios de autos nuevos y usados ofrece a sus clientes una garantía gratuita y limitada que cubre un auto por los primeros 60 a 90 días luego de la compra. De hecho, algunos estados requieren un período mínimo de garantía para cualquier auto usado vendido por un concesionario.
Sin embargo, durante ese período de tiempo surgen relativamente pocos problemas. Es por esto que concesionarios y otras empresas ofrecen a los clientes una garantía extendida. Piénsalo como un seguro de reparación una vez que se ha vencido la garantía del fabricante. Con esta cobertura, los dueños de autos usados informaron que pagaron un promedio de $1000 por servicios futuros que probablemente nunca necesiten si el auto es confiable. Pero si de repente sufren un problema grave y costoso, tal como la rotura del árbol de levas o una junta de culata quemada, los dueños de autos podrían alegrarse de tener una garantía extendida. Es decir, si la empresa que ofrece la garantía acaba cubriendo el daño declarado.
Consumer Reports ha desaconsejado a los consumidores la compra de garantías extendidas para varios productos, entre ellos los autos. ¿Por qué? Es muy raro que la prima que pagues iguale la cantidad que tengas que pagar por un reclamo de alguna reparación en el futuro.
Por otra parte, es igualmente poco frecuente encontrar un auto usado con antecedentes confirmados y todos los recibos de mantenimiento y reparación desde que era nuevo. Y Consumer Reports ha observado que las empresas que ofrecen antecedentes sobre vehículos, tales como Carfax y AutoCheck no detectan todos los accidentes que pudieron haber sufrido los autos, especialmente si no se realizó ningún trámite de seguro por el accidente o si el historial fue eliminado.
¿Dinero malgastado?
Según nuestra encuesta, solo alrededor de la mitad de aquellos que compraron una garantía extendida para un auto usado de un modelo del año 2000 o más reciente efectivamente solicitó una reparación durante los últimos 5 años. Es mucho dinero gastado para tener tranquilidad. Pero la mayoría de aquellos que solicitaron reparaciones terminó dependiendo de su garantía extendida varias veces.
Alrededor del 30% de propietarios de autos usados que habían comprado su auto hacía un año o menos y que compraron una garantía extendida para cubrirlo necesitaron utilizar esa garantía en el primer año luego de la compra.
Pero los dos tercios de los conductores necesitaron esa cobertura adicional dentro de un período de 2 a 5 años luego de la compra.
Y aunque la industria de garantías extendidas ha sido acusada injustamente de no pagar los daños declarados, el 84% de compradores de autos usados que tuvieron que utilizar su garantía extendida dijo que fueron cubiertos todos los daños declarados. Y el 82% de todos los compradores de garantías extendidas dijo que consideraría comprar una nuevamente.
Dicho esto, sugerimos guardar el dinero que gastarías en una prima de una garantía para una posible reparación futura durante tiempos difíciles.