1 de febrero de 2024
El Vocero
El estudio PR100 -encomendado y financiado por el Departamento federal de Energía para establecer cómo el País puede cumplir su meta de tener el 100% de la producción de energía proveniente de fuentes renovables- contiene recomendaciones y modelajes que no son realizables ni costoefectivos, testificaron ayer varios ejecutivos de LUMA Energy.
Según explicaron en una vista técnica ante el Negociado de Energía, el estudio PR100 presume que el 100% de los puertorriqueños hará todos los cambios posibles en sus hogares para tener bombillas y equipos eléctricos que consumen menos energía o que son certificados como energéticamente eficientes (Energy Efficient). Sin embargo, personal de LUMA entiende que en un periodo de tres a cinco años ese número lo que puede alcanzar es entre un 10% y un 12%.
En el corto plazo, el escenario más optimista que plantea el PR100 es que se alcanzará el 30% de hogares y negocios con equipos más eficientes, pero Daniel Kushner, director de resiliencia estratégica de LUMA, dijo que ese pronóstico se estableció para cumplir con la Ley 17 de Política Pública Energética.
“Entendemos la aspiración de llegar ahí y sería muy bueno para Puerto Rico si podemos llegar ahí de una forma costoefectiva. Nuestro análisis toma como base la información que tenemos ahora… pero el 30% es muy poco probable y poco realista en este momento. Comoquiera, vamos a analizar esa posibilidad y como eso impactaría la selección de los recursos y el plan recomendado, pero para la mayoría de los modelos lo que escogimos es lo que entendemos que es el camino más verosímil y práctico para la eficiencia energética”, mencionó Kushner durante la vista.
La comisionada Lillian Mateo cuestionó que si fuera cierto que no se puede alcanzar más de un 12% de personas acogidas a los programas de eficiencia energética en cuánto tiempo, se podría lograr, pero ninguno de los ejecutivos quiso dar un estimado.
María Hilda Rivera, directora de modernización de red en LUMA, indicó que el Plan Integrado de Recursos (PIR) energéticos contiene unas proyecciones sobre reducción en la demanda de la energía, entre otros pronósticos que están lejos de cumplirse. Es por ello que en los estudios que presentó LUMA en la vista, no incluyeron análisis sobre cuán extendido será el uso de vehículos eléctricos en la Isla, que el PIR también establece se debe incentivar, y qué cambios requiere la red eléctrica para dar cabida a la demanda de energía para esos autos.
Por otro lado, los ejecutivos de LUMA alegaron que dos años y medio después de asumir el manejo del sistema de transmisión y distribución de energía todavía están luchando con la falta información sobre las condiciones reales de todos los equipos y componentes de la red eléctrica. Alegaron que los datos que les entregaron, y que datan de 2018, estaban incompletos o incorrectos y que han tenido que corroborar y corregir la información en sus sistemas luego de cada trabajo que realizan.
Tan reciente como septiembre, hubo una avería y los datos disponibles apuntaban a que las líneas tenían capacidad de asumir el 50% de la carga, sin embargo, cuando fueron a verificar en persona se dieron cuenta de que era menor la capacidad disponible.
Bob Fagan, consultor externo del negociado, pidió un informe con los datos que hayan podido recopilar de cómo se encuentra el sistema ahora, toda vez que en dos años y medio han podido completar algunos proyectos de reconstrucción con fondos federales y otros están en proceso. Agregó que era importante tener una especie de fotografía de los avances que hay hasta este momento. Mario Hurtado, vicepresidente de asuntos regulatorios, se comprometió a cumplir con el pedido.
La falta de información corroborada sumada a la falta de certeza sobre dónde se ubicarán los próximos proyectos de energía renovable a gran escala han provocado que los estudios de interconexión que le corresponden a LUMA se hagan con proyecciones de necesidades limitadas de tiempo, explicaron los ejecutivos.
La Ley 17 dispone que los lugares aptos para integrar la energía renovable serán “sistemas de relleno sanitario no operacionales” y los “previamente contaminados” que el negociado debe identificar para que entonces los desarrolladores puedan hacer sus propuestas. Hasta la fecha el negociado no ha cumplido con esa disposición.
Sin detalles precisos sobre la localización, la producción de energía y cómo va a operar cada proyecto no se pueden hacer estudios de interconexión a largo plazo porque esas circunstancias pueden cambiarlo todo, alegaron los ejecutivos.
Asimismo, dijeron que debido a la falta de una mejor visión del futuro de los proyectos de energía renovable de los cuales solo se han empezado a construir los del primer tramo de un total de seis, se han concentrado en proponerle a FEMA proyectos de reconstrucción que no necesariamente dejan lista la red para recibir esa producción de energía.
Hurtado mencionó que en la actualidad LUMA se enfoca en diseñar proyectos de reconstrucción de la red para actualizar las conexiones de manera que si falla una línea se pueda asegurar que no todos los clientes se afecten a la vez.