5 de agosto de 2019
Perfil.com
La guerra comercial entre Estados Unidos y China está generando tanto miedo por la demanda que incluso esas partes del mundo de los productos básicos que no están en la línea de fuego se están quemando.
El petróleo tuvo su mayor desbandada en cuatro años el jueves, después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, pusiera fin abruptamente a una tregua acordada con su contraparte china, Xi Jinping, en junio. Eso a pesar de que Pekín no incluyó el crudo en los gravámenes. Mientras tanto, los mercados de cultivos, los metales industriales y las acciones de los comerciantes agrícolas, ya afectados por la disputa arancelaria de un año de duración, recibieron otro azote.
Eso muestra cómo la disputa entre las dos principales economías empeora las preocupaciones por el suministro: las tensiones en el punto petrolero más importante de Oriente Medio siguen altas, los 12 meses más húmedos afectaron los cultivos en el cinturón agrícola de EE.UU. y un virus mortal para los cerdos está diezmando las piaras en China. Para los inversionistas, la amenaza que representa la guerra comercial para la salud económica mundial y, a su vez, el consumo de productos básicos, está superando todo lo demás.
Trump anunció el jueves que impondrá un arancel de 10% a otros US$300.000 millones en importaciones chinas, incluidos teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y ropa para niños, a partir del 1 de septiembre. Pekín ha jurado responder. Eso hizo caer 2,5% el Índice de productos básicos de Bloomberg –que mide los rendimientos de productos básicos como el petróleo, el maíz y el cobre– su mayor declive en más de un año.
"Si se implementa, creemos que esta nueva ronda de aranceles tendrá un impacto más significativo en la economía de EE.UU. que la anterior", asegura TD Securities en un informe del 1 de agosto. "Esto se debe a que el tamaño de las importaciones afectadas es mayor y la composición de estas importaciones está más orientada a los bienes de consumo". Se estima un impacto negativo de 0,10 - 0,14 puntos porcentuales en el crecimiento si se aplican los gravámenes.
Repercusiones económicas
Si bien los nuevos gravámenes pueden tener un impacto directo limitado en los metales industriales, las repercusiones para la economía en China, el mayor consumidor de metales del mundo, serán significativas, según Jiang Hang, vicepresidente de la división comercial de Jinchuanmaike Metal Resources Co. en Shanghái. El cobre cayó 2,9% en la Bolsa de Metales de Londres el viernes, en camino hacia su peor semana desde agosto de 2018. El níquel, el plomo y el estaño también cayeron.
En los mercados agrícolas, el algodón y el azúcar bajaron, mientras que los mercados de cultivos se desplomaron durante la semana, cuando el trigo, el maíz y los futuros de soja cayeron a sus niveles más bajos en meses.
Y si bien un brote de peste porcina africana en China ha provocado la muerte de millones de cerdos, por lo que las expectativas de envíos récord de carne al país subieron, las compras de carne de EE.UU. se han quedado atrás de países como Brasil, debido a los aranceles que también hicieron costosas las importaciones estadounidenses.
El West Texas Intermediate de EE.UU. y el Brent del mercado global cayeron más de 7% el jueves después de que Trump tuiteara su amenaza arancelaria. Las tensiones en Medio Oriente han hecho poco para aumentar los precios. Durante las últimas seis semanas, Irán derribó un dron espía estadounidense y se apoderó de un buque cisterna británico, mientras se recuperaba de una campaña de sanciones de Estados Unidos que ha reducido sus ventas de petróleo al nivel más bajo desde la década de 1980. Si bien los precios se recuperaron el viernes, disminuyeron en la semana.