"Los fabricantes podrían hacer más a la hora de diseñar sus productos, para que sean más reparables y más durables"
Azadeh Dindarian, Universidad de Manchester
BBC
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Científicos de la Universidad de Mánchester analizaron el descarte de microondas, en la primera fase de una investigación más amplia sobre la generación de basura electrónica en el Reino Unido.
Los resultados fueron sorprendentes. Más de las mitad de los microondas botados funcionaban perfectamente o tenían problemas mínimos, y más del 80% podía haberse reparado fácilmente.
La investigación fue realizada por Azadeh Dindarian, estudiante de doctorado del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad de Mánchester, con supervisión del ingeniero y académico brasileño Dr. Joao Quariguasi Frota Neto.
El estudio incluye recomendaciones específicas en materia de diseño. Los investigadores señalan que pequeños cambios en los modelos facilitarían en gran medida su reparación a bajo costo.
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Sólo en el Reino Unido se genera cada año cerca de un millón de toneladas de basura electrónica. A nivel global, el volumen estimado es de entre 20 y 50 millones de toneladas y la cifra está creciendo un 4% anualmente.
Daños cosméticos
Azadeh Dindarian y sus colegas encontraron que gran parte de los aparatos botados estaban en buenas condiciones.
"Queremos saber más sobre la calidad de los productos botados en el Reino Unido y por qué son descartados", dijo a BBC Mundo Azadeh Dindarian.
"En general encontramos que los microondas tirados a la basura están en muy buenas condiciones. Una buena parte podrían ser usados nuevamente sin requerir ningún tipo de reparación".
Dindarian y sus colegas examinaron 189 microondas que habían sido botados. El 54% había sido descartado por razones cosméticas o fallas mínimas y el 85% podía haber sido reparado.
¿Por qué los consumidores se deshicieron entonces de estos productos? Uno de los motivos es que "es más conveniente y en algunos casos más barato comprar un aparato nuevo. Gran parte de los consumidores acaba comprando productos similares, lo que cuestiona la afirmación generalizada de que una de las principales causas de la generación de basura electrónica es la constante actualización de la tecnología".
Cambios mínimos de diseño
Para los investigadores de la Universidad de Mánchester, las empresas fabricantes podrían contribuir en gran medida a un cambio en los patrones de descarte.
"En nuestra opinión, los fabricantes podrían hacer más a la hora de diseñar sus productos, para que sean más reparables y más durables", dijo Dindarian a BBC Mundo.
"En el estudio hacemos sugerencias específicas de cambios simples de diseño que permitirían prevenir la mayoría de los defectos. El gobierno también debe evaluar en mayor profunidad el tema del reuso de productos".
El gobierno podría, por ejemplo, fijar metas de reúso, similares a las existentes para reciclaje de basura en general. También podría introducir beneficios impositivos para las compañías que diseñen productos más fáciles de reparar".
Para Dindarian y sus colegas, una de las conclusiones de la investigación es que "los mayores obstáculos a la reutilización no son ni la calidad de los productos descartados ni el costo de los repuestos, sino el diseño actual de los aparatos y la falta de desarrollo del mercado de bienes de segunda mano".
Los científicos planean extender su trabajo a otros aparatos, como máquinas de lavar ropa y refrigeradores, y analizar el uso de componentes y materiales extraídos de aparatos descartados.
El estudio fue publicado en la revista Journal of Cleaner Production.