El Nuevo Dia
Si usted ha tenido problemas encontrando ajo en su supermercado o colmado más cercano, sepa que nuevas reglas aplicables a la importación de este producto han dificultado su entrada a Puerto Rico.
Según una fuente vinculada al sector de alimentos, las nuevas reglas impuestas por Estados Unidos presentan un reto para la Isla, considerando que cerca de un 90% de los ajos que se consumen a nivel local vienen de China.
Mientras La Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA) confirmó que hay un problema en la importación de ajos, pero buscaban identificar las causas.
Comercios entrevistados por El Nuevo Día, incluyendo Pueblo y Walmart, confirmaron que se han percatado de la escasez del producto. Sin embargo, portavoces de ambas empresas, entrevistados por separado, confirmaron que aun así, cuentan con suficiente inventario para satisfacer la demanda a corto plazo.
Según la fuente, hace unos 12 días hubo una solicitud del gobierno federal a los importadores de ajos en los que requirió una serie de documentos adicionales a los ya acostumbrados. La fuente alegó que se trata de medidas de protección para los agricultores de ajo en California. Incluso manifestó que había vagones de ajo detenidos en los muelles en espera de que completaran el proceso.
De acuerdo a informes de Forbes publicados recientemente, desde el 2012 una empresa china ha estado inundado el mercado de EE.UU. con sobre 60 millones de ajo de baja calidad, a precios más bajos. Esta práctica del “dumping” de ajo chino ha significado la desaparición de la mitad de los procesadores de ajo de California en la pasada década.
Pero según Jeffrey Quiñones, portavoz del Negociado de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), no hay una prohibición para la entrada de ajos. Aun así, CBP manifestó que ellos puede ejercer su autoridad de exigir información adicional para determinar correctamente el arancel a pagar por el ajo.
Al preguntarse sobre los alegados vagones con ajo importado, que según las fuentes, están retenidos en los puertos, Quiñones dijo que “la Sección 484 de la Ley Tarifaria Federal, según enmendada, requiere de un importador que tome un cuidado razonable al hacer una entrada, sometiendo la información que sea necesaria para que CBP pueda tomar una decisión informada respecto a liberar un embarque o mercancía de su custodia”. Indicó que CBP acostumbra pedir información adicional o requerir alguna acción relacionada a la importación que habrá de regular.
Mientras, varios comercios en Puerto Rico ya confirmaron que han confrontado dificultades a la hora conseguir ajo en días recientes.
Isamari Castrodad, portavoz de los Supermercados Pueblo, indicó que han notado una escasez en el abasto de ajo. Sin embargo, sostuvo que Pueblo aun tiene ajo en su inventario, tanto de cáscara como pelado. También le queda ajo en frasco, en sus diferentes variedades.
Mientras, Iván Báez, de Walmart, Amigo y SuperAhorros, sostuvo que “esta semana hubo un desfase del producto, pero ya se está normalizando”. “Hubo una situación con el ajo que se trae de China”, dijo Báez, pero no pudo entrar en detalles ya que ellos no importan el ajo directamente, sino que lo reciben mediante una empresa distribuidora.
Por su parte, Carlos Colón, presidente Greenpack, indicó que han tenido dificultad para conseguir el ajo que utilizan para procesar algunos de los productos que elaboran bajo su marca Mi Cosecha.
De Asia a Puerto Rico
El ajo no solo es uno de los recursos predilectos en la cocina puertorriqueña sino que se recurre a la planta como suplemento medicinal.
Entre sus propiedades curativas se le asocia con remedios contra padecimientos de los riñones y vejiga; tiene efecto descongestionante por lo que ayuda en casos de catarros, sinusitis, tos con flemas y exceso de flemas; se le atribuye ayudar a regular la presión arterial, así como corregir el estreñimiento y desinfecta de toxinas el sistema digestivo; desparasitar y eliminar lombrices y tenia; ayudar en controlar la diabetes y el equilibrio hormonal.
Se alega también que el ajo es beneficioso para la piel, ayuda a regular el colesterol malo. Y también se le usa para alejar insectos dañinos.
Pese a su popularidad en suelo boricua, el cultivo de ajo se da a una escala muy pequeña en la Isla, mayormente para uso en el hogar o para una venta limitada.
“El 90% del ajo que se consume localmente proviene de China”, sostuvo Castrodad, portavoz de Supermercados Pueblo. En lo que a su cultivo respecta, el ajo, aunque tolera un poco de sombra, prefiere desarrollarse al sol. El suelo debe tener buen drenaje y ser suelto. Para desarrollar el bulbo requiere de frío.
China, según diversas estadísticas que recogen datos globales, es el principal productor de ajo con 23,000 millones de libras anualmente, lo que representa el 77% de la producción global. Le sigue India (4.1%) y Corea del Sur (2%). Estados Unidos es el sexto productor, con apenas un 1.4% de la producción global, que mayormente se da en estado de California, en Gilroy, que se autodenomina “La capital mundial del ajo”.