22 de octubre de 2009
CPSC
WASHINGTON, D.C. - El fin de la temporada de las piscinas y de nadar al aire libre no significa el fin del peligro de ahogarse para los niños pequeños. Después de las piscinas, más niños se ahogan en bañeras que en cualquier otro producto en la casa y alrededor de la casa. En el período de 2003 a 2005, el personal de la CPSC recibió informes sobre un promedio de 90 niños menores de 5 años que se ahogaron en bañeras (62%), asientos de bebé o bañeras portátiles para bebés (15%), cubos o baldes (11%), productos de jardín o de patio (6%) y otros productos (4%). Hubo un promedio anual de otros 39 informes adicionales de incidentes de sumersión no mortales en el período de 2005 a 2007 con los mismos productos. La mayoría de los ahogamientos y de los incidentes de sumersión no mortales les ocurrieron a niños de menos de 2 años. "Lo que los padres deben saber es que dondequiera que haya agua, hay un peligro de ahogarse para los niños", dijo Inez Tenenbaum, presidenta de la CPSC. "Los padres no deben bajar la guardia; los niños pequeños necesitan una supervisión constante en las bañeras, los asientos de baño y los cubos". Muchos de los incidentes informados tuvieron que ver con un descuido en la supervisión de los cuidadores, como salir del baño por un momento mientras el niño estaba en la bañera, para contestar el teléfono o abrir la puerta, o para buscar un artículo, como una toalla. En otros incidentes, pusieron a un hermano mayor a cuidar a un niño menor. La CPSC recomienda a los padres y cuidadores que sigan estas recomendaciones de seguridad cuando hay niños en bañeras, asientos de baño, cubos, spas o estanques y fuentes decorativas: