24 de agosto de 2011
El Vocero
Los que están asegurados y podrían tener alguna reclamación, tanto en líneas personales como en el ámbito comercial, ya comenzaron a llamar a las aseguradoras. Los que aún no tienen cubiertas para cubrir daños en propiedades exploran la posibilidad de adquirir productos. Estimar a cuánto ascienden los daños en propiedades aseguradas en la Isla todavía es prematuro, señalan los expertos, ya que las lluvias continúan, las posibilidades de más inundaciones están vigentes y la pérdida por días de trabajo también se le suma a las posibles reclamaciones. "Es el momento de revisar sus pólizas y los valores de sus inmuebles", recomienda Enrique Padial, vicepresidente de líneas comerciales de la aseguradora Chartis. Explica que tras el paso de eventos atmosféricos se levanta una mayor conciencia de las personas sobre la protección de sus bienes. Eso es algo que ocurre con mayor frecuencia luego de los estragos catastróficos del huracán Hugo en 1989, cuando se reportaron millones de dólares en pérdidas para todos los sectores en Puerto Rico, añade Lourdes Pérez, vicepresidenta de líneas personales de Chartis. Ante los efectos de la recesión económica, ambos especialistas informaron que algunas personas –principalmente las que han perdido empleos o han visto reducir sus jornadas de trabajo- han modificado sus pólizas con niveles más bajos de cubierta o eliminado segmentos de cobertura, lo que ahora se replantean ante el paso del huracán Irene. "Para bajar prima, las personas van a su ‘personal package’ que cubre propiedad personal y otras cosas, y si tenían prendas cubiertas, pues entonces reducen la cubierta para bajar prima", explica Pérez, y reitera en la importancia de revisar pólizas para no quedar descubiertos. Radial menciona que "todo el mundo está buscando ahorro y buscan bajar los límites de pérdida para reducir gastos". Indica que en el sector comercial en ocasiones "lo que se ahorran en prima, luego puede causarle la bancarrota porque no pueden restaurar el inmueble u otras situaciones" ante daños significativos que no estaban bien asegurados. "Se le recomienda a los corredores que revisen sus valores de propiedad cada año. Algunos clientes son más audaces a la hora de comprar sus seguros, pero siempre es bueno buscar la información", agrega Padial. A nivel personal, debido a que gran parte de los dueños de hogares poseen hipotecas, sus viviendas están aseguradas en términos de estructura, pero para proteger los bienes dentro de la propiedad se requieren otras cubiertas, así como en el caso de las inundaciones. Ambos describieron el mercado local de seguros, sobre todo en la parte comercial, como uno sofisticado, donde conocen el perfil de las compañías aseguradoras, las cubiertas, mientras los productores de seguros en general están en un nivel profesional alto.