19 de agosto de 2011
El Nuevo Dia
La incursión de los profesionales e inspectores autorizados en el sistema de concesión de permisos ha generado desconfianza en más de uno, sobre todo entre aquéllos que cuestionan su preparación en áreas como la prevención de incendios. Entre los documentos que podrán emitir estos profesionales, figuran las certificaciones de prevención de incendios que se otorgan tras inspeccionar todo tipo de proyectos, desde pequeños comercios hasta industrias grandes que albergan sustancias combustibles. Hasta ahora, eran los inspectores del Cuerpo de Bomberos quienes se encargaban de esas labores, que cobraron mayor relevancia tras el fatídico incendio en el Hotel Dupont Plaza en 1986. "El tiempo que esa gente ha cogido adiestramientos, me parece que no los ha desarrollado como buenos oficiales de prevención de incendios", sostuvo Eliberto Colón Burgos, ex jefe del Negociado de Prevención de Incendios del Cuerpo de Bomberos. Para acreditarse como inspector autorizado de prevención de incendios, el solicitante deberá tomar, al menos, 55 horas de cursos generales y de especialidad, y deberá poseer como mínimo un grado asociado o certificado, preferiblemente en un disciplina técnica. En el caso de los profesionales autorizados, que también emitirán este tipo de certificaciones, deberán tomar 70 horas de cursos generales y de especialidad para poder optar por la acreditación que confiere la Oficina del Inspector General de Permisos (OIGPE). Todo profesional autorizado debe ser agrimensor, agrónomo, arquitecto, geólogo, ingeniero o planificador licenciado. Para ilustrar la alegada falta de preparación, Colón Burgos comentó que un conocido que tomó los cursos preparatorios para convertirse en inspector de prevención de incendio le ofreció asociarse para que, en los casos que atienda, el ex funcionario del Cuerpo de Bomberos le sirva de asesor. Jennifer Mayo, inspectora general de la OIGPE, aclaró que ese tipo de acción está prohibida por el Código de ética creado específicamente para regir la conducta de estos profesionales. Quienes ejerzan estas funciones que ahora les delega el estado, deben seguir las disposiciones de ese estatuto, así como los códigos de ética que regulan sus respectivas profesiones. Aunque reconoció que el primer grupo de aspirantes a convertirse en inspectores autorizados participó en un programa educativo expedito que sólo les requirió 35 horas contacto, Mayo aseguró que los profesionales del sector privado están preparados para las responsabilidades que se les requerirá. "Cuando diseñamos el currículo, y emitimos la orden con los requisitos, lo hicimos en conjunto con la jefa de los Bomberos (Carmen Rodríguez) y sus inspectores porque queríamos que reflejara su realidad, queríamos que nos dijeran los parámetros", subrayó. Mayo indicó que, en caso de que los inspectores no se sientan suficientemente preparados, no tendría inconvenientes para reforzar el currículo educativo. "En Puerto Rico, se delinque todos los días, la ley y el reglamento se delinque todos los días", opinó.