18 de agosto de 2011

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WASHINGTON (Reuters) - Los precios al consumidor en Estados Unidos subieron con más intensidad de lo esperado en julio por un fuerte repunte en el costo de la gasolina, pero la moderación de las presiones en los precios subyacentes respaldó la visión de la Reserva Federal de una baja inflación.

El Departamento de Trabajo dijo el jueves que el índice de precios minoristas subió un 0,5 por ciento, el mayor avance desde marzo, tras una baja del 0,2 por ciento en junio. Economistas consultados por Reuters esperaban un alza del 0,2 por ciento el mes pasado.

El precio de la gasolina, que subió un 4,7 por ciento tras caer un 6,8 por ciento en junio, representó casi la mitad del alza del índice.

A nivel subyacente, la medición que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, el índice subió un 0,2 por ciento tras un aumento del 0,3 por ciento en junio. El avance de julio estuvo en línea con las expectativas de analistas.

La Reserva Federal prometió la semana pasada mantener su tasa de interés cerca de cero al menos hasta mediados del 2013 y dijo que el panorama para la inflación en el mediano plazo estaba controlado.

El miércoles se conoció que los precios mayoristas subyacentes subieron a su tasa más rápida en seis meses en julio.

Pero dada la debilidad del consumo en medio de un alto desempleo, la inflación no es considerada una amenaza para una economía que apenas creció en el primer semestre.

Los precios de los alimentos aumentaron un 0,4 por ciento tras subir un 0,2 por ciento en junio, también contribuyendo al alza del índice general.

"Hubo cierta propagación de los incrementos de precios a través de los alimentos, la ropa, el cuidado de la salud. Eso sugiere que las presiones inflacionarias se han movido más allá de los alimentos y la energía, lo cual es un poco preocupante, pero la tasa anual se mantiene bastante en línea", dijo Lindsey Piegza, economista de FTN Financial en Nueva York.

La tasa subyacente fue contenida por los costos de los vehículos nuevos, que permanecieron sin cambios tras haber subido con fuerza en los últimos cinco meses. Esta tendencia probablemente refleje una mejora en el suministro de partes tras los problemas causados por el terremoto de marzo en Japón.

En los 12 meses a julio, la tasa subyacente de inflación acumuló un incremento del 1,8 por ciento -el mayor desde diciembre del 2009-. Esta medición ha repuntado desde el mínimo histórico del 0,6 por ciento alcanzado en octubre pasado, pero sigue levemente por debajo del nivel de comodidad de la Fed.

A tasa anual, el índice general de precios subió un 3,6 por ciento, manteniendo el mismo ritmo de alzas por tercer mes seguido.