18 de agosto de 2011
El Nuevo Herald
NUEVA YORK -- Para lo que normalmente es un mes lento, hay tantos clientes en el Gold Standard, una compañía de Nueva York que compra joyas, que se siente como si fuera Navidad en pleno agosto. La tienda de empeños Uncle Ben’s Pawn Shop en Cleveland nunca ha visto una fiebre como esta. Bienvenidos a la nueva fiebre del oro en Estados Unidos. El precio del oro está en un alza asombrosa, estableciendo un récord al parecer cada dos o tres días. La vertiginosa volatilidad de la bolsa de valores este mes no ha hecho más que empujar a los inversionistas a codiciar más el oro. Algunos lo quieren porque es una inversión segura para tiempos turbulentos. Lo que preocupa a algunos inversionistas es que muchos otros están comprando simplemente porque el precio está aumentando y ellos quieren hacer dinero rápido. "¿Es el oro la próxima burbuja?", pregunta Bill DiRocco, gerente de una compañía de golf en Overland Park, Kansas, quien meses atrás cambió el 10 por ciento de su carpeta a un fondo de inversiones que sigue la pista al precio del oro. él dejó de comprar porque el precio siguió subiendo. En octubre del 2007, el oro se vendía por alrededor de $740 la onza. Poco más de un año después, subió a más de $1,000 por primera vez. En marzo de este año, empezó a subir a todo correr. El miércoles, se vendió a $1,795 la onza, un pelo por debajo del récord de la semana pasada de $1,801. Mientras tanto, el precio de las acciones, a pesar del rápido ascenso de los últimos dos años y medio, está sólo ligeramente por encima de lo que estaba hace una década. Desde la máxima récord de octubre del 2007, el índice de Standard & Poor’s 500 ha bajado en un 23 por ciento. De los elementos, el oro tiene un lugar óptimo. Es raro, pero no demasiado. Es químicamente estable; todo el oro que se ha sacado de las minas sigue en existencia. Y se puede dividir en cantidades pequeñas sin que pierda sus propiedades. En última instancia, sin embargo, el oro es valioso porque todos estamos de acuerdo en que lo es. Se usó como moneda en todo el mundo durante miles de años, y luego dio valor al papel moneda por otro par de siglos. Ahora, en un momento de confusión, desde la reducción de la calificación de crédito y el debate sobre subir el límite de la deuda en EEUU a la creciente crisis financiera en Europa y las preocupaciones por la lentitud del crecimiento en todo el mundo, el oro está deslumbrando a los inversionistas. Desde la crisis financiera del 2008, los bancos centrales de todo el mundo han comprado oro como una protección contra su participación de divisas extranjera. A principios de este mes, Corea del Sur anunció que había comprado oro por primera vez en más de 10 años. El oro es "una protección efectiva en un mundo donde hay demasiada deuda y demasiada incertidumbre", afirma Jim McDonald, principal estratega de inversiones de Northern Trust, propietaria de $2,800 millones de oro en un fondo de oro. La última vez que el precio del oro subió tan aceleradamente fue pocos años después de que el presidente Richard Nixon terminó con una relación fija de muchas décadas entre el valor del dólar y el valor del oro. Esta vez es distinta, porque el oro está manifestándose en contra de todas las monedas, no sólo el dólar, dice Jim Grant, director de la publicación Grant’s Interest Rate Observer. "El oro es el complemento de la fe del mundo en los bancos centrales del mundo", dijo Grant, y en estos momentos "el mundo está en apuros". Probablemente el precio del oro seguirá subiendo hasta que EEUU y Europa pongan en orden sus finanzas, afirma Grant, quien no espera que eso suceda pronto. él predice que la inflación, que en estos momentos es baja, aumentará estratosféricamente, erosionando aún más el valor del dólar y dejando solamente el oro como una buena inversión. Cetin Ciner, profesor de Finanzas de la Universidad de Carolina del Norte -Wilmington, no está de acuerdo. él piensa que el oro está a punto de llegar a su punto máximo, y que los que compren ahora están cazando a ciegas el precio en aumento. "Me resulta muy parecido a las acciones de los dot-com", dice Ciner. Tanto Ciner como Grant, sin embargo, advierten que, en lo que respecta al precio del oro, nadie sabe nada. Eso se debe a que el oro no tiene un valor intrínseco. No ofrece una tasa de interés, como un bono, ni representa una participación en una compañía, como una acción. Como inversión, es inherentemente especulativo: sólo se hace dinero si el precio sube.