16 de agosto de 2011
El Nuevo Herald
Las autoridades de EE.UU. anunciaron el arresto de un hombre de Miami acusado de urdir un esquema Ponzi para estafar a inversores con presuntas compras de productos manufacturados en China y con un falso contrato con el Gobierno venezolano para proveer sistemas de seguridad a contenedores. La Fiscalía Federal del distrito sur de Florida informó de la detención de Michael Scott Segal, de 50 años, y la presentación en su contra de doce cargos de fraude postal y electrónico por la supuesta estafa realizada entre noviembre de 2008 y febrero de 2011. Segal era propietario de la corporación Bright Jewel Holdings Limited Inc., del estado de Florida, que importaba productos de China, según la acusación. Para ejecutar el fraude, el hombre presuntamente pedía a familiares, amigos y otras personas que invertieran en su compañía o con él y para ello ofrecía supuestas oportunidades de inversión en la compra de productos baratos de China. También ofrecía invertir en un proyecto de desarrollo en el país asiático y en contratos para proveer sistemas de seguridad a contenedores de carga en puertos. La Fiscalía Federal indicó que Segal ofrecía a los inversores adquirir los productos en China y luego enviarlos a Estados Unidos o a Venezuela para su reventa con grandes beneficios. Entre los artículos que ofrecía para la compra o para invertir había DVD fabricados en China, sistemas de seguridad para contenedores, teléfonos celulares Blackberry, televisores, reproductores i-Pod y sistemas de vídeojuegos como Playstation. El acusado supuestamente recaudó más de 1,3 millones de dólares de los inversores, pero en vez de usar el dinero para adquirir los productos prometidos, lo destinó para comprar una casa en el condado de Miami-Dade, adquirir un anillo de diamante de diez quilates y realizar los pagos mensuales de varios vehículos de lujo, de acuerdo con las autoridades. Para disuadir a los inversores que pedían la distribución de los presuntos beneficios económicos, Segal les decía falsamente que había obtenido un contrato con el Gobierno venezolano para proveer sistemas de seguridad a los contenedores de carga y que podrían obtener mayores ganancias si reinvertían su dinero. Segal para evitar ser descubierto usaba el dinero de los nuevos inversores para pagar intereses y capital a los antiguos. Las autoridades dijeron que en cuanto a la presunta inversión en un proyecto de desarrollo en China, Segal decía a los inversores que obtendrían un retorno de más del 1.000 por ciento. De ser declarado culpable, el acusado puede ser condenado a un máximo de 20 años de cárcel por cada cargo.