12 de agosto de 2011
Primera Hora
El consumidor en Puerto Rico no debería estar pagando más de 87 centavos por el litro de gasolina con la baja que, desde la semana pasada, ha reflejado el precio del petróleo. Esa cifra, sin embargo, debiera estar reflejada en las bombas desde la semana pasada y no desde ayer, como ya se comienza a ver en algunas gasolineras independientes, advirtió Gilberto Alvelo, mejor conocido como "Doctor Shoper". La realidad es que en las bombas todavía vemos la venta de gasolina regular que oscila entre los 89 y 91 centavos principalmente. "Nos han saqueado a nosotros esta semana los gasolineros. Nos han dado un palo porque no se ve en la bomba la reducción del mercado", alegó Arvelo. Fue más allá y aseguró que, el miércoles, el mercado cerró con un aumento de tres centavos en el precio del barril de gasolina y automáticamente los mayoristas independientes reportaron el alza ayer. Explicó que el miércoles, según las listas oficiales del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), el litro de gasolina independiente más económica estaba en los 79 centavos, por lo que a nivel de consumidor, con los cinco o seis centavos de margen de ganancia, se debió haber estado vendiendo a no más de 85 centavos. De hecho, según la Administración de Información Energética (EIA), el precio del barril está $9.04 más barato que hace una semana. Mientras, está $2.65 más caro en comparación con el año pasado, esto basado en el cierre del precio del barril del miércoles que fue $82.89. La situación tiene a los consumidores al nivel de la histeria, pues cada vez tienen que invertir más en una gasolina que les rinde menos. Pero, ¿por qué no baja la gasolina? Pudiera haber muchas respuestas a esta pregunta, pero el secretario del DACO, Luis G. Marín, se lo atribuye a la fórmula en la que se basan las gasolineras independientes para comprar versus las de marca. El funcionario indicó que los detallistas de marca ponen su precio a base del promedio de venta de varios días. Mientras, los detallistas independientes ponen el precio diariamente. "Cuando baja, el detallista baja inmediatamente. Cuando sube, sube automáticamente. El de marca se tarda un poco más y eso dilata aún más las subidas y las bajadas", explicó Marín. El problema con esa doble vara con la que aparentemente adquieren el producto los detallistas, es que las estaciones de marca no bajan sus precios de forma significativa, pero a su vez permite que las independientes amplíen sus márgenes de ganancias. "Las independientes no se van a ver obligadas a bajar el precio si colindan con una de marca que tiene el precio a 91 centavos. Para qué voy a vender la gasolina a 85 y 86 centavos cuando la competencia me permite venderla a 90 y aun así acabo con ella", dijo al sostener que la única manera de atacar esas fluctuaciones es estableciendo un control en el margen de ganancias. Otra excusa es que las independientes bajan más ligero porque compran más inventario versus las de marca. Esto crea la misma situación en la que la independiente no se ve obligada a reducir sus precios a la realidad del mercado. El no bajar de forma dramática su precio de venta les permite también a los detallistas recuperar las pérdidas que ha tenido el mercado desde inicios del año, agregó. "Debiéramos estar pagando hace tiempo 86 y 87 centavos... y todo el fin de semana la gasolina estuvo sobre los 90 centavos... eso fue un tumbe más de dinero a los consumidores de este país", insistió. Mientras, el Secretario le atribuyó, además, las fluctuaciones en el precio de la gasolina a la inestabilidad que ha reflejado en los pasados días la bolsa de valores. No obstante, reconoció que el precio del barril ha estado consistentemente por debajo de los precios que se han reportado durante los pasados meses. Dijo que la agencia se está asegurando de que el alivio se está recibiendo. "El consumidor disfruta de una reducción", alegó. Insoportable Para los consumidores en Puerto Rico, la lentitud con la que se refleja la reducción en el precio en comparación con la rapidez con la que sube es inaceptable. El dinero ya no les da para llenar el tanque, la gasolina no les rinde lo mismo y, para colmo, hay que pagarla más cara. "Ahora estoy echando menos. Primero, porque estoy desempleado y porque tú le echas $10, $15 y no se ve, es como si le echaras $1", comentó Rafael Carrión, de Bayamón. Carrión no tiene ninguna esperanza de, tan siquiera, volver a pagar a 80 centavos el litro de gasolina. "Cuando empecé a guiar, llegué a echar 10 centavos el litro", recordó. Para Alex Rodríguez, la reducción de uno o dos centavos que se refleja en las bombas "no tiene ninguna diferencia". "Ahora mismo este carro se llena con $40 y, pues, le echo $20 por como está la economía... me dura de cuatro a cinco días", dijo al destacar que el rendimiento tampoco es el mismo, a pesar de estar pagando más por el combustible. "Se va como si fuera agua", añadió. José Nevárez es de los que, lamentablemente, tiene que echarle a su vehículo gasolina premium, por la que ayer pagó a 97 centavos. "Yo, por lo regular, lo que le echo son $40 y eso me da para la semana porque no lo uso mucho", apuntó. "Lo que deseamos todos es que baje, porque es un alivio para nuestro bolsillo. Si baja, gracias a Dios... pero no creo que suceda", expresó el residente de Guaynabo. Gerardo Santiago es de los que encuentra injusta esa inestabilidad en el precio de la gasolina que tiene a los puertorriqueños en un eterno sube y baja. "Yo creo que lo que tienen es un relajo con nosotros, pero hay que pagarlas, por eso, la pagas o dejas el carro en tu casa", lamentó al destacar la ausencia de un sistema de transporte colectivo eficiente.