28 de julio de 2011
El Nuevo Herald
WASHINGTON -- El Centro Médico Walter Reed, el hospital insignia del ejército que ha atendido desde soldados rasos hasta presidentes, cierra sus puertas después de más de un siglo. Cientos de miles de heridos en combate, desde la Primera Guerra Mundial hasta hoy, han recibido tratamiento en Walter Reed, incluso 18.000 soldados que combatieron en Irak y Afganistán. Pacientes y médicos dicen adiós al establecimiento el miércoles en una ceremonia. El desplazamiento culminará el 15 de septiembre cuando el ejército ceda el centro a sus nuevos ocupantes: El Departamento de Estado y el Distrito de Columbia. Los edificios del complejo que se consideren de interés histórico serán preservados y los demás probablemente serán demolidos. El presidente Dwight Eisenhower, un héroe de la Segunda Guerra Mundial durante cuyo mandato concluyó la amenaza nazi, murió allí. También los generales John Pershing, comandante en jefe de la Fuerza Expedicionaria Estadounidense en Europa durante la Primera Guerra Mundial, y Douglas MacArthur, que dirigió la lucha en el Pacífico que derrotó a los japoneses en la Segunda Guerra Mundial. El Centro Reed recibió la visita de incontables celebridades, entre ellos el comediante Bob Hope, para consolar a los heridos. Mediante el uso de la diplomacia médica, también ha atendido a líderes extranjeros. El famoso hospital, que abrió sus puertas en 1909, se vio conmovido en el 2007 por un escándalo debido a las condiciones precarias para los pacientes ambulatorios y la burocracia que éstos enfrentaban. El tumulto desembocó en un mejor tratamiento para los militares heridos. Dos años antes, una comisión del gobierno había decidido cerrar el Centro Reed y consolidar sus operaciones con el Centro Nacional Médico Naval en Bethesda, Maryland, y un hospital en la base del Ejército en Fort Belvoir, Virginia, a fin de ahorrar dinero. La nueva instalación en Bethesda será llamada Centro Nacional Médico Militar Walter Reed.