28 de julio de 2011
El Nuevo Herald
Los proveedores de viajes y otros grupos se apresuran a conseguir licencias y organizar intercambios de pueblo a pueblo con Cuba, después de la decisión del gobierno de Estados Unidos de suavizar las restricciones y permitir que una variedad más amplia de estadounidenses visite la isla caribeña por primera vez en siete años y medio. Hasta el momento, el Departamento del Tesoro ha emitido cerca de 30 licencias a organizaciones que dicen que van a ofrecer "viajes con propósito’’, que permitirán a los estadounidenses llegar a los cubanos comunes en "apoyo de su deseo de determinar libremente el futuro de su país". Aunque los cubanoamericanos pueden ahora viajar libremente a la isla si reciben una visa de Cuba, y se permiten los viajes de otros estadounidenses que caen en un número limitado de categorías, Estados Unidos ha prohibido los intercambios de pueblo a pueblo desde finales del 2003, cuando el ex presidente George W. Bush revirtió una política iniciada durante la administración de Bill Clinton. Insight Cuba, una empresa que anteriormente operaba los intercambios de pueblo a pueblo, parece que será la primera en sacar provecho de las nuevas disposiciones. La empresa planea enviar sus primeros cuatro grupos de visitantes a Cuba el 11 de agosto. Otros grupos que van desde la Asociación de Egresados de la Universidad de Harvard y la empresa de viajes de lujo Abercrombie & Kent -que anuncia su viaje como "Cuba: La Isla Prohibida revelada"- hasta Testigos por la Paz, también están listos para viajar a Cuba. El viaje de Harvard, del 26 de octubre al 1ro. de noviembre y que promete "desvelar las riquezas de la cultura cubana", es sólo por lista de espera. A & K, que va a trabajar con la Fundación de Estudios del Caribe -la organización no lucrativa que actualmente tiene la licencia- comenzó a anunciar la semana pasada 13 viajes que tiene previstos entre septiembre y abril próximos. Todos se han vendido. "Sabíamos que habría interés, pero esto es increíble", dijo Jean Fawcett, una portavoz de A & K. "Estamos tomando los nombres para una lista de espera, y estamos pensando en aumentar los viajes en el 2012". Testigos por la Paz dice que ofrecerá conversaciones con "cubanos comunes y corrientes que hablarán acerca de sus logros, desafíos y luchas cotidianas". Su viaje de 10 noches en diciembre cuesta $1,550, una relativa ganga en el mundo de los intercambio entre pueblos. Los viajes de 10 noches de A&K, en contraste, cuestan desde $4,325 en habitación doble, y cubren una amplia franja de Cuba, con visitas a Cienfuegos, Trinidad, La Habana y Matanzas. A&K, que comenzó como promotora de safaris en Kenia, promete que sus viajes a Cuba contarán con los mismos elevados estándares que sus clientes suelen esperar. Los viajeros se quedarán en un piso del Hotel Nacional, comerán casi exclusivamente en paladares, cuyos menús se han planificado con el personal de A&K, viajarán en los nuevos autobuses con aire acondicionado y asientos de cuero, y pasarán por controles preferenciales de aduana e inmigración, dijo Fawcett. Pero a todo lo largo del viaje, dijo, habrá muchas oportunidades de relacionarse con los cubanos. "No queremos que la gente se sienta como turista. Queremos que esto sea un auténtico intercambio de pueblo a pueblo", dijo Fawcett. Como parte del embargo estadounidense contra Cuba, desde hace décadas Washington ha limitado los viajes y el gasto de dinero de los estadounidenses en Cuba, aunque ha habido excepciones para viajeros como los cubanoamericanos, los periodistas, para quienes van en viajes de investigación académica y profesional, y para las personas en misiones humanitarias y religiosas. Al anunciar la nueva política de viajes, el gobierno del presidente Barack Obama dijo que los intercambios de pueblo a pueblo apoyarían a la sociedad civil, así como el libre flujo de información. Este año, el gobierno también relajó las regulaciones para viajes educacionales y religiosos a Cuba, permitiendo que las universidades, escuelas y organizaciones religiosas hagan viajes sin solicitar licencias de Washington. Una ley de la Florida, sin embargo, prohíbe que las escuelas y universidades públicas financien viajes a Cuba, pero otros estudiantes pueden ir, siempre y cuando reciban créditos y cumplan con un programa de estudios de al menos tres semanas. Las nuevas reglas no son del agrado de la delegación cubanoamericana del sur de Florida en el Congreso. Los representantes Mario Díaz-Balart y David Rivera, ambos republicanos, han introducido enmiendas que restablecerían las regulaciones más restrictivas de la administración de Bush sobre la política de viajes a Cuba, eliminando no sólo los intercambios de pueblo a pueblo, sino también prohibiendo que los cubanoamericanos visiten la isla más de una vez cada tres años por razones familiares. Las remesas también se limitarían a $1,200, y se haría más estricta la definición de lo que se entiende como familia. A principios de este mes, la representante republicana Ileana Ros-Lehtinen envió una carta a la Oficina del Tesoro para el Control de Activos Extranjeros (OFAC), después de haber visto que un periódico de Louisiana citaba a una agencia de viajes diciendo que "la primera ola de verdaderos turistas de Estados Unidos llegará a los cielos amistosos [de Cuba] el 11 de agosto". Ros-Lehtinen calificó esto como " una tergiversación flagrante" de las normas de viajes, y quería saber qué estaba haciendo la OFAC para prevenir o corregir dicha actividad por parte de los agentes de viajes. La OFAC emitió un comunicado el lunes, en que decía tener conciencia de errores en los medios de comunicación, que daban la impresión de que Estados Unidos "permite ahora viajar prácticamente sin restricciones a Cuba". El comunicado recuerda a los viajeros que hay normas que rigen ese tipo de viajes, incluyendo los límites de gastos y la prohibición de comprar cualquier recuerdo, a excepción de materiales informativos. Las organizaciones de viajes que han recibido licencias dicen que el Tesoro ha sido estricto, pidiendo a veces detalles y definiciones adicionales, e insistiendo en que haya interacciones significativas entre los cubanos y los viajeros. "Estos viajes son muy estructurados. Pasamos muy poco tiempo en las playas, y se concentrarán en sitios históricos", dijo Burt Altman, un profesor jubilado que junto a su esposa, Norma, dirigirá una gira en abril del 2012 para el programa Aprendizaje en el Retiro (Learning in Retirement), destinado a personas jubiladas o semijubiladas afiliadas a la Universidad de Wisconsin La Crosse. Una de las estipulaciones de la licencia, dijo, era que "la gente se mantuviera ocupada en todo momento". La mayoría de los viajes de pueblo a pueblo saldrá de Miami, y los precios no incluyen el pasaje aéreo. Insight Cuba, que llevará a 16 personas por grupo, envió su solicitud de licencia en enero, el mismo día en que se publicaron las directrices en el Registro Federal. "Sabíamos que algo iba a cambiar, por lo cual mantuvimos nuestras relaciones en Cuba", dijo Tom Popper, director de Insight Cuba. "Fue como levantar el capó de un auto que había en el garaje, y averiguar lo que había que hacer para que volvieran los viajes". Entre las atracciones que ofrece Insight Cuba en sus viajes de ocho días (desde $2,495) para conocer la música y el arte de la isla, hay un encuentro con artistas afrocubanos, una visita a la Egrem, la mayor empresa discográfica de Cuba, y clases de salsa. En el próximo año, dijo Popper, Insight Cuba ofrecerá 130 fechas de salida, y espera llevar a entre 5,000 y 7,000 estadounidenses a la isla.