11 de julio de 2011
La Opinion
Las campanas nupciales suenan con mayor frecuencia en el verano. Tal vez porque los novios prefieren casarse en la temporada veraniega por el calor y los atractivos paquetes que las agencias de viaje y el sector hostelero ofrece a los recién casados. Cruceros, estadías en balnearios, excursiones sobran para escoger. Sin embargo, el ahorro que se logra en la selección de un paquete económico para la Luna de Miel por lo regular no compensa con lo que se gasta en otros aspectos de la celebración, como lo es el traje de la novia, la recepción, el anillo, etc. Según TheWeddingReport.com, el precio promedio de una boda en el 2011 es de $24,641. La cifra de partida desalienta, pero se pueden reducir los gastos si se tienen en cuenta las siguientes ideas: 1-. Hacer un investigación minuciosa de las tiendas especializadas en vestidos de novias. Es sorprendente como los precios varían de tienda en tienda. 2-. Escoger un lugar donde se pueda hacer la ceremonia y la recepción. Esto elimina la necesidad de traslado del lugar en el que se celebra la ceremonia al lugar en el que se lleva a cabo la recepción, y permite que las flores y las decoraciones se aprovechen para ambas actividades. Celebrar ambos eventos en el mismo lugar también elimina la necesidad de pagar por el arriendo de cada sitio. Algunos lugares podrían ofrecerte un precio reducido por celebrar la ceremonia si ya lo reservaste para la recepción. Tracie Morris, asesor certificado de bodas, dice en sus página web que se ahorra mucho en los arreglos florales ordenándolos con anticipación en una escuela local de diseño de arreglos florales. 3-. Si el presupuesto es muy limitado, hay que considerar celebrar la boda en lugares inusuales o en la casa de algún familiar. "Un patio bonito, parque público, jardín comunitario, edificio histórico en la universidad local… hay un sinfín de opciones económicas si piensas más allá de lo convencional", dice Andrea Woroch, experta en ahorros al consumidor. 4-. Busque paquetes "todo incluido". Algunas salas de eventos ofrecen varios servicios a un precio fijo –algunos incluyen la comida, el bar y el pastel, mientras que otros ofrecen la decoración y las fotografías. El precio de estos paquetes suele ser menor que pagar por cada servicio por separado. 5-. Ofrecer a los invitados una bebida insignia en lugar de servicio gratuito de bar. La cuenta del bar en la recepción puede ser muy elevada, especialmente en las bodas más grandes. Un buen estimado es calcular que cada invitado va a tomar una bebida por hora. Servir vino resulta económico si éste se compran al por mayor. Según los expertos en planificación de bodas se ahorrar bastante en el bar cuando los novios compran las bebidas y se aseguran que el salón de eventos, así como el servicio de alimentos (catering), les cobren una tarifa adicional por el descorchar cada botella. De esta manera, la pareja ahorrará la mitad del precio del bar abierto o tal vez más. 6-. Celebrar la boda en temporada baja. Las bodas no tienen porqué celebrarse los sábados por la tarde. Elegir un viernes, domingo o un día entre semana, así como optar por una hora del día o época del año poco común, puede resultar menos costoso. Las temporadas bajas dependen del clima. En los estados más cálidos suele ser en los meses de verano, mientras que en los estados más fríos suele ser el otoño o el invierno. 7-. Ofrecer un desayuno o un brunch puede ser mucho más económico que organizar una boda vespertina, pues la pareja no tendrá que gastar en bebidas alcohólicas y aperitivos para la recepción. Además, los platos de desayuno suelen ser menos caros que los de la cena. 8-. Aprovechar el registro de bodas. Debido a que las bodas suelen ser muy costosas, muchas parejas optan por no irse de luna de miel. Sin embargo, se puede abrir un registro de bodas que permita a los invitados que su regalo sea contribuir al costo total de un viaje de Luna de Miel.