29 de junio de 2011
El Nuevo Herald
Un médico de Miami-Dade hallado culpable de embolsillarse más de $1 millón emitiendo recetas médicas falsas para tratamiento innecesario del VIH fue sentenciado el lunes a casi 20 años de cárcel por su papel en una amplia confabulación para estafar al Medicare. La operación le facturó millones de dólares al programa federal de servicios médicos. El Dr. René de los Ríos, médico de 72 años nacido en Cuba y educado en España, no dijo nada cuando la jueza federal de distrito Joan Lenard lo amonestó por infringir el juramento hipocrático, estafar al Medicare y deshonrarse a sí mismo, a su familia y a su comunidad. La jueza también lo criticó de "mentir flagrantemente" como testigo durante el juicio en abril. "El Dr. de los Ríos no merece que se le siga llamando doctor", dijo la jueza, al rechazar la petición del abogado defensor para que la pena fuera de siete años. La sentencia a De los Ríos es la segunda más severa que se impone por fraude al Medicare en el sur de la Florida, región considerada ampliamente la capital de este delito. La condena es similar a la que le impuso a la Dra. Ana Alvarez Jacinto, médico de Miami-Dade hallada culpable de un delito similar. En el 2008 Alvarez-Jacinto fue sentenciada a 30 años de prisión por el juez federal de distrito Federico Moreno. La condena de Alvarez Jacinto fue confirmada el año pasado por el Tribunal Federal de Apelaciones de Atlanta en una decisión firmada de Sandra Day O’Connor, magistrada retirada del Tribunal Supremo, quien expresó que "un médico debe ser castigado con más severidad que otros acusados porque ocupa una posición de confianza y tiene la obligación ética de anteponer a todo el interés de los pacientes". Lenard repitió ese concepto varias veces el lunes cuando condenó a De los Ríos por falsificar cientos de historias clínicas para justificar numerosas recetas falsas para dos clínicas de Miami-Dade —Metro Med of Hialeah y J&F Community Medical Center— que le facturaron al Medicare un total de $46.2 millones por tratamiento contra el VIH entre el 2003 y el 2005. El Medicare le pagó a las clínicas $19.7 millones por tratamientos no necesarios o que incluso los pacientes no recibieron. Muchos de los pacientes fueron sobornados para que las clínicas usaran sus tarjetas de identidad del Medicare. "El médico ocupa una posición de confianza", dijo la jueza. "Esta confianza fue violada por el director de Metro Med y J&F". La jueza recordó a De los Ríos que aunque ahora tiene 72 años, tenía 64 años se integró a la confabulación, que dirigía la dueña de Metro Med, Damaris Oliva, quien se declaró culpable, cooperó con las autoridades y fue condenada a siete años. Durante los últimos 10 años el fraude por tratamiento innecesario contra el VIH le ha costado al Medicare miles de millones de dólares, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Las clínicas de tratamiento de VIH en todo el sur de la Florida —que tiene cerca de 8 por ciento de los seropositivos del país— fueron responsable de 72% de todas las facturas por ese tratamiento en el 2005, según el informe del Departamento de Salud. José Quiñón, abogado defensor del médico, trató en vano de persuadir a la jueza para que le redujera la sentencia a 7 años, alegando que debía ser parecida a la recibida por Oliva. Quiñón también enfatizó que su sufre de problemas cardíacos y diabetes.