22 de junio de 2011
La Opinion
En tiempos económicos buenos y malos siempre hay individuos que se aprovechan de la gente más necesitada y menos informada. Así es que ahora, en plena crisis económica los charlatanes han salido con un nuevo engaño relacionado con la modificación de las hipotecas. Durante dos años, Juan Herrero intentó tres veces sin éxito modificar la hipoteca de su casa. Finalmente el banco le negó la modificacion con la escueta explicación de que "no calificaba". Estaba frustrado, enojado pero decidió no pelear más. Por eso cuando le llegó un anuncio en el correo informándole que "calificaba" para un programa que le iba a solucionar sus problemas hipotecarias, llamó desesperadamente al número que aparecía en el volante. La persona que contestó el teléfono le explicó que era representante de un bufete nacional de abogados que estaba demandando a su banco por no haber proporcionado las modificaciónes hipotecarias entre los años 2008 a 2011. Si al señor Herrero su banco le había negado una modificación entre esos años, podría participar en el litigio, conseguir la modificación que quería y ganar una indemnización, pero tenía que actuar rápido porque una vez empezada la demanda, no se podía aceptar más clientes. El programa sonaba como una bendición y el señor Herrero se inscribió sin hacer más preguntas. La "cuota" de $2,500 por participar en la demanda le parecía poco en comparación con lo que podría recibir. A demás, le iba a representar un bufete nacional de abogados. Ese mismo día envió el dinero por mensajero a una dirección en otro estado. En realidad, no existia el "bufete nacional"ni la litigación contra el banco del señor Herrero. Era una oficina de telemarketing en Las Vegas, Nevada que defraudaba a la gente que estaba perdiendo sus casas. El engaño en este caso era ofrecer una solución rápida y fácil a un problema que afecta a muchos propietarios de casas: la dificultad de conseguir una modificación hipotecaria. Aunque el tema de este engaño se arraiga en la actualidad, los elementos son los mismos de siempre. Para que usted no se vuelva víctima de estos timos, incluyo una lista de características que los fraudes tienen en común. • Primer contacto. El estafador siempre contacta a su víctima primero. En este caso el señor Herrero recibió un anuncio el el correo, pero el contacto puede ser por teléfono o en persona. • Parece legítmo. Como el lobo que se pone la piel de borrego para engañar al pastor, los charlatanes disfrazan su timo con las características de un negocio legítimo. Ofrecen falsas recomendaciónes o dicen que están "asociados" con una persona o compañía reputable. Recuerden, las aparencias engañan. • No es oro todo lo que brilla. Si una oportunidad parece caída del cielo, o si le dicen que va a recibir muchos beneficios sin arriesgar mucho, puede ser un engaño. • Urgencia. La cautela y la prudencia no son atributos que les gustan a los estafadores, que dependen de una decisión precipitada de parte del comprador para vivir. Si alguien le dice a usted que tiene que tomar una decisión rápida para no perder una oportunidad, es una indicación de que podría ser un engaño. Recuerden, la mejor consejera es la almohada. • La emoción. El señor Herrero estaba enojado con su banco y estas emociones las untilizan los estafadores para convencer a sus víctimas a participar en el fraude. • Poderoso caballero es don Dinero. Todos los estafadores quieren dinero facil de recibir y esconder. El efectivo es preferible, pero también aceptan giros postales (money orders) o cheques certificados de un banco pero no un cheque personal, porque se puede cancelar si la víctima cambia de idea. - No tienen local. Si un negocio no tiene local o si su direccion es una caja postal, !ojo! Puede ser un engaño. Si piensa que ha sido víctima de un fraude, haga una denuncia por escrito con su policia local y a la Comisión Federal de Comercio (FTC). Para más información, navegue a http://www.ftc.gov/bcp/edu/microsites/phonefraud/espanol/report.shtml.