21 de junio de 2011
El Nuevo Herald
SANTIAGO DE CHILE -- Un desplome de hasta un 70% registraron las acciones de la multitienda La Polar, sumergida en un escándalo por la renegociación unilateral de préstamos a personas pobres, que derivó en una revisión a todas las multitiendas. La reanudación de las transacciones de los papeles de La Polar arrastró a la Bolsa chilena, que por la tarde se recuperaba, aunque las acciones de la multitienda seguían por el suelo. La semana anterior las acciones ya habían bajado un 42%. En los inicios de la crisis, el 8 de junio, cada acción de La Polar costaba 2.336, 20 pesos (4,86 dólares) y el lunes cerró a 560 pesos (1,16 dólares). Además, el lunes renunció el presidente del directorio, Heriberto Urzúa, que había asumido provisoriamente el cargo para "buscar la verdad, esclarecer los hechos" y posibilitar un camino para recuperar confianzas, según dijo en un comunicado. Fue reemplazado por el dirigente de la salmonicultura, César Barros. Tras el cambio, se conoció la decisión de renunciar de todos los directores. La Polar se caracteriza por otorgar créditos a las personas de menores recursos, con intereses mayores que los de su competencia. Pero hace dos semanas se supo que por años refinanció los créditos vencidos de sus clientes, sin consultarlos, y con intereses usureros. Los ejecutivos que aparecen, inicialmente, como responsables, además transaron grandes volúmenes de acciones en la Bolsa. El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, reconoció el domingo por la noche que se está investigando a todo el comercio minorista, "porque nos parece que es lo responsable de hacer". "No tenemos ningún antecedente que nos lleve a pensar que tenemos un problema generalizado", afirmó Larraín. Las multitiendas chilenas venden mercaderías a crédito y además otorgan préstamos en dinero efectivo. Los miembros del directorio alegan ignorancia de las acciones de ejecutivos que refinanciaban unilateralmente a los morosos, elevando el monto de las deudas en 10, 20 y hasta 30 veces. La empresa admitió que realizó una renegociación de las deudas unilateralmente, sin avisarles, a unas 418.000 personas, lo que le significará hacer provisiones por 894 millones de dólares. Llamó a sus clientes afectados a renegociar a partir del martes, en orden alfabético, rebajando multas, intereses y montos de deuda, pero no ofrece compensaciones a quienes, por ejemplo, fueron incluidos en un registro nacional de morosos que impide contraer nuevas deudas, optar a comprar viviendas y, en ocasiones, hace perder trabajos. Siguen en el aire, entre otras, las preguntas de si realmente el directorio desconocía la situación, al igual que la empresa auditora externa.