20 de junio de 2011
El Nuevo Dia
La libra de ropa se paga a $5 y la tienda está abierta todos los días de 11:00 de la mañana a 7:00 de la noche, pero los sábados es el único día en que aceptan mercancía. Es Electroshock, una tienda que en marzo abrió sus puertas con un concepto innovador aunque muy conocido en otras partes del mundo que promueve el reciclaje y el estilo de vida sustentable. Electroshock se suple de ropa, libros, carteras, videojuegos, equipo electrónico, zapatos, joyería y accesorios usados los cuales se venden a precios bajos. Por ejemplo, la ropa -de hombre y mujer- no pasa de $15. "Todo lo que hay en la tienda es usado. Lo compramos nosotros. Se compra ropa aquí los sábados a $5 la libra. Además, compramos libros, cosas para la casa, cámaras... de todo. Si son zapatos o carteras pagamos a más, todo depende", dijo Mónica Oquendo, una de las dueñas de la tienda, cuyo local en Río Piedras es alquilado. El lugar -ubicado en la avenida Ponce de León #1003 frente a la librería La Tertulia- tiene la tradicional vitrina con maniquíes ataviados con variedad de ropa y artículos interesantes como un cajón con poco más de una docena de discos en vinil de El Gran Combo y Menudo, entre otras agrupaciones. Sólo hasta la entrada permanece la noción de que se trata de una tienda convencional. No hay aire acondicionado sino abanicos. Abunda la variedad de colores que emanan de la gran cantidad de ropa colocadas en perchas giratorias- zapatos, carteras, correas y accesorios. "Tengo joyería, cámaras antiguas, cuadros, sombreros, revistas... esto existe en muchos sitios. Creo que surge la necesidad de tener estos sitios más como están las cosas, además estamos cerca de la Universidad (de Puerto Rico). Tienes un lugar donde puedas vender lo tuyo, sacarle chavos y comprar cosas buenas a un buen precio", dijo Oquendo. Entre las cámaras que tienen a la venta por menos de $70 está una videograbadora súper 8 y una cámara Polaroid 'Colorburst'. Oquendo y la otra dueña Kristen Ramírez explicaron que no sólo pagan en efectivo por los artículos que lleva la gente sino que si la persona lo desea, les dan un crédito para comprar en la tienda. Las chicas cuentan con la ayuda de sus respectivos novios para manejar la tienda. "Lo que no cojamos, lo donamos a diferentes entidades como La Fondita de Jesús", dijo Oquendo. A modo de anécdota, Ramírez contó de personas que vienen todos los sábados. Notaron que algunos traían la ropa de un familiar que falleció. "Como una especie de 'closure'. Cuando le ofreces par de pesos por las cosas, va perdiendo el valor sentimental". Oquendo dijo que también hay gente que trae pertenencias que ya no usan, pero les duele deshacerse de ellas. Lo hacen cuando reciben dinero a cambio. "La gente es bien apegada a las cosas. Hay gente que sale con $70". ¿Y cuál ha sido la aceptación? "Ha venido montón de gente en el poco tiempo que tenemos aquí. Viene de todo. Desde la abuelita, el universitario hasta la persona 'high class'", dijo Oquendo. "Hemos tenido vestidos de Luis Antonio, zapatos de marca". No se acepta ropa interior ni de niños, aclaró la joven quien al igual que su compañera de negocios, estudiaron producción. Sobre la higiene, Oquendo puntualizó que no aceptan artículos en mal estado o sucios. Aseguró que lavan las piezas antes de colocarlas a la venta. "Es una forma nueva de reciclar. Es mejor traerlo aquí a que esté en la basura".