3 de junio de 2011
El Vocero
Las nuevas leyes federales que surgieron ante la crisis financiera en Estados Unidos han cambiado considerablemente esta industria en Puerto Rico donde el ya maltrecho bolsillo de los clientes sufrirá aún más por el alza en los prontos y los seguros al comprar una vivienda. ? Mientras por un lado el precio de las residencias se ha reducido, por otro aumentan los prontos y los seguros, incapacitando a los consumidores hacerse de su propio hogar. Suministrada. Así lo dijo ayer el presidente de Mortgage Bankers Association of Puerto Rico, José ‘Tony’ Torres durante la convención de esta organización en un hotel de Isla Verde. "Yo estoy defendiendo a mi gente, estoy alertando a mi gente para que se preparen para jugar el juego de la forma y manera que lo están poniendo los federales", indicó Torres en un aparte con este diario. Por su parte, el comisionado de Instituciones Financieras, Alfredo Padilla, indicó que a raíz de la crisis en Estados Unidos se cayó en una acción reguladora que ha provocado que se haya "paralizado la energía del mercado". Entre los cambios en la industria hipotecaria que señaló Torres se encuentran que el Congreso de Estados Unidos se apresta a aprobar una medida para que los bancos hipotecarios retengan en su cartera el 5 por ciento de cada préstamos hipotecario. Esto obligaría a los bancos a buscar más capital y a elevar el pronto que pagan los clientes para comprar una casa. El pronto podría ser de un 10 por ciento. "Tendremos que bajar la cantidad de préstamos porque no hay personas que puedan pagar pronto…se nos va la vida en esto", manifestó Torres. Agregó que el consumidor también se verá afectado porque se ha registrado un aumento en el seguro que pagan los compradores mensualmente. "Ese seguro puede evitar la posibilidad de cualificar a muchísima gente porque muchas veces por $10, $15 ó $20 no se te puede dar un préstamo", indicó Torres. La situación se complica porque también se establecieron unos requisitos en cuanto al índice de crédito. Esto afecta a los pruertorriqueños que –según Torres– tienen los índices de crédito más bajos a nivel de Estados Unidos. Torres indicó que esto se debe a que los puertorriqueños tienen muchas deudas, no tienen hábitos de ahorro y el costo de vida es más elevado que en Estados Unidos. Otro de los cambios que trajo la legislación federal es que eliminaron un sistema conocido como ‘los corresponsales’. Mediante este programa los bancos independientes originaban préstamos aportando un capital pequeño y tras obtener un permiso de la Administración para el Financiamiento de la Vivienda (FHA, por sus siglas en inglés) se lo vendían a bancos grandes y ellos hacían la aprobación. "Al ellos (los bancos independientes) perder esa posibilidad, muchos de ellos han tenido que cerrar", sostuvo Torres. Sobre el impacto de la nueva legislación en los bancos independientes, Padilla coincidió en que podrían desaparecer. "Los banqueros hipotecarios independientes que no tengan la estructura, que no tengan los recursos y el capital para poder manejar estos temas tendrán que consolidarse o cerrar operaciones", advirtió Padilla. Padilla indicó que contrario a lo que predominaba hace una década, hoy día el 80 por ciento de los préstamos hipotecarios son originados por bancos grandes y el 20 por ciento por instituciones independientes. En tanto, Torres explicó que la FHA aumentó de $250 mil a un millón el capital mínimo requerido para que una institución bancaria pueda entrar a la industria hipotecaria. La FHA requiere que el 25 por ciento de ese monto sea en efectivo. De cara al futuro Torres manifestó que la banca hipotecaria en Puerto Rico tiene como principal proyecto licenciar a todos los originadores de préstamos para cumplir también con regulaciones federales. Atacar el fraude hipotecario también es un proyecto que se está trabajando con conjunto con agencias federales y el Comisionado de Instituciones Financieras. Sobre estas investigaciones, Torres no abundó –según explicó– para no afectar las investigaciones.