30 de mayo de 2011
El Nuevo Herald
WASHINGTON -- El aumento más débil que lo calculado inicialmente en el gasto de los consumidores, los recortes de gastos gubernamentales y los elevados precios de los combustibles se combinaron para contener en apenas el 1,8% el crecimiento de la economía de EEUU entre enero y marzo. El Departamento de Comercio, que divulgó el jueves el segundo de sus cálculos del producto interior bruto (PIB) para el primer trimestre mantuvo el índice de incremento en el 1.8 % anual, para decepción de los analistas que esperaban que el ajuste de cifras mostrara un crecimiento del 2.2 %. En el último trimestre del 2010 la tasa anualizada de crecimiento del PIB había sido del 3.1 %, y en todo el año pasado la mayor economía del mundo tuvo un crecimiento del 2.9 %, según los informes del Gobierno. Al término de la reunión en abril de su Comité de Mercado Abierto, la Reserva Federal calculó el jueves que la economía de Estados Unidos crecerá este año entre un 3.1 % y un 3.3 %, por debajo de lo previsto el pasado mes de enero, cuando avanzó que el crecimiento podría llegar al 3.9 por ciento. La mayor sorpresa en las correcciones de cifras vino por el lado del gasto de los consumidores que, en Estados Unidos, representa casi el 70 por ciento del PIB. En el informe inicial el Gobierno había calculado un incremento del 2.7 % en el gasto de los consumidores, y ahora el dato señala un crecimiento del 2.2 %. En el cuarto trimestre del 2010 el gasto de los consumidores creció un 4%. El Gobierno, que divulgará su cálculo definitivo del PIB del primer trimestre el 24 de junio, ajustó asimismo las cifras sobre los sueldos y salarios de los trabajadores entre octubre y diciembre, y la corrección explica en parte la caída del gasto en los meses siguientes. Inicialmente el Departamento de Comercio había indicado un aumento de $52,500 millones en los dineros que fueron al bolsillo de los trabajadores en el último trimestre del 2010. Las cifras de ayer muestran un aumento de $27,900 millones. El ingreso disponible, esto es lo que queda en manos de los consumidores después del pago de impuestos y ajustes por inflación, crecieron un 0.8 % en el primer trimestre de este año, en lugar del 2.9% que mostraba el cálculo inicial. Otro factor que afectó el gasto de los consumidores fue el aumento de los precios de los combustibles que recortó el gasto en otros bienes y servicios. El índice de precios en gasto de consumo personal -una medida de la inflación a la cual presta mucha atención la Reserva Federal- subió un 1.4 %, en lugar del 1.5 % del cálculo inicial. El informe de hoy es el primero de los tres que trae datos sobre el lucro de las empresas: las ganancias subieron un 1.3 % entre enero y marzo, el menor avance en más de dos años, después de que habían subido un 2.3 % en el trimestre anterior. En un año las ganancias de las empresas han subido un 8.5 %. Un factor adicional en la desaceleración del crecimiento del PIB fue la disminución del gasto gubernamental que disminuyó a una tasa anual del 5..1 % según el informe del jueves. En un informe separado el Departamento de Trabajo informó que la cifra semanal de solicitudes del subsidio por desempleo subió, inesperadamente, la semana pasada en 10,000 y se ubicó en 424,000. El promedio en cuatro semanas de las solicitudes, que es un indicador más claro de la tendencia, bajó en 1,750 y quedó en 438,500, según el informe del Gobierno. En la semana que concluyó el 14 de mayo la cifra de personas que seguían percibiendo el beneficio pagado por los Estados bajó en 46,000 y quedó en 3.69 millones, la más baja en un mes. Durante la recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas, el Gobierno Federal extendió los subsidios por desempleo más allá de las 26 semanas habitualmente cubiertas por los Gobiernos de los estados. La cifra de personas que, en la semana concluida el 7 de mayo, percibían subsidios de los programas federales disminuyó en 63,125 y quedó en 4.05 millones, informó el Departamento de Trabajo.