26 de mayo de 2011
El Nuevo Dia
Washington– La oficina de Puerto Rico de la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA) ha arrastrado los pies en la supervisión de una planta de la farmacéutica Johnson & Johnson en Las Piedras que se sospecha realizó en 2008 un recogido "fantasma" de medicamentos, denunció el líder de un comité del Congreso. La intervención del presidente del Comité de Investigación y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Darrel Issa (California), da seguimiento a una pesquisa legislativa que esa comisión comenzó durante la pasada sesión y que ha buscado fortalecer la vigilancia de la FDA sobre la producción de medicamentos. Issa sostuvo que, en audiencias realizadas en septiembre de 2010, la FDA se comprometió a intensificar la supervisión sobre la subsidiaria de Johnson & Johnson, McNeil Consumer Healthcare. En una visita que hizo a Puerto Rico la semana pasada, Issa sostuvo que pudo corroborar que funcionarios de la oficina de FDA en San Juan no han ido a inspeccionar el funcionamiento de la planta de McNeil, en Las Piedras, ni siquiera en una ocasión. "Es claro que FDA no ha cumplido con las acciones correctivas que prometió hacer en su oficina de San Juan", indicó Issa en una carta que le envío a la jefa de FDA, Margaret Hamburg. Cuando el comité estaba presidido por el demócrata Edolphus Towns (Nueva York), comenzó a fiscalizar como la FDA lidió con los intentos de McNeil Consumer Healthcare de hacer un recogido "silencioso" de potes del analgésico Motrin. Issa sostuvo que la FDA ha hecho muy difícil que los funcionarios de su comisión tengan acceso a la directora de esa agencia federal en Puerto Rico, Maridalia Torres. Para la visita de Issa a la oficina de Puerto Rico, la agencia federal llevó a la reunión a otros cuatro funcionarios, incluido John Taylor, el subcomisionado interino de la FDA. Torres le indicó a Issa –según el legislador– que habían dependido de informes de la propia empresa McNeil y que no había enviado funcionarios a la planta debido a la "falta de recursos". Issa sostuvo que como parte de las medidas correctivas, McNeil ha aceptado reembolsar los gastos de FDA en el proceso de fiscalización para determinar el cumplimiento con las exigencias federales. Por tal razón, consideró "profundamente preocupante" la respuesta que le dio Torres. Con respecto a Puerto Rico, el Comité de Investigación y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes federal también ha tenido bajo análisis la demanda en contra de GlaxoSmithKline por problemas en la producción de medicamentos en su antigua planta de Cidra, caso por el cual la empresa ha tenido que pagar $750 millones. La FDA indicó que le responderá directamente a Issa. "Como política pública no comentamos sobre cartas de miembros del Congreso", indicó Shelly Burgess, portavoz de la FDA.