6 de mayo de 2011
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El Deutsche Bank acumula resultados espectaculares, pero una serie de demandas en Estados Unidos, que apuntalan su papel en la crisis de las hipotecas basura, amenazan con empañar su reputación. Las autoridades estadounidenses acusaron el martes al primer banco alemán de "prácticas imprudentes" por conceder créditos inmobiliarios durante años, lo que ha obligado al Estado norteamericano a pagar millones de dólares en indemnizaciones por el cese de pagos. Estados Unidos podría exigirle más de 1.000 millones de dólares por daños e intereses, según la prensa. La fiscalía de Los Angeles presentó el miércoles una querella contra el Deutsche Bank acusándole de no haber dado mantenimiento a centenas de propiedades confiscadas y de haber expulsado abusivamente a centenas de personas con bajos ingresos. La querella calcula que la responsabilidad del banco es "potencialmente de centenares de millones de dólares". El Deutsche Bank ha advertido que se defenderá "vigorosamente" contra el Estado americano y ha asegurado que la fiscalía de Los Angeles está llamando a la puerta equivocada porque la institución no es "responsable contractual" del mantenimiento de las casas confiscadas y de los litigios judiciales asociados. "Claramente, no es muy positivo cuando dos querellas les caen encima en el lapso de unos días", estima Philipp Hässler, analista bancario de Equinet. Deutsche Bank es la única institución extranjera que desempeñó un enorme papel en los mercados de préstamos hipotecarios de riesgo (subprime) en Estados Unidos. En 2007, formaba parte de los cinco grandes emisores de obligaciones adosadas a los activos (CDO), estos complejos montajes financieros que tuvieron una gran responsabilidad en la crisis financiera, recuerda el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. En abril, el Senado estadounidense publicó un informe de más de 600 páginas sobre la crisis financiera de 2008 fustigando las prácticas tanto del banco estadounidense Goldman Sachs como del Deutsche Bank, al que consagró un capítulo entero. El Senado acusó sobre todo a Goldman Sachs y al banco alemán de haber apostado deliberadamente por la caída del valor de los créditos hipotecarios al mismo tiempo que revendía estos títulos a sus propios clientes. Antes de la crisis financiera, el director de comercio de los CDO en el Deutsche Bank, Greg Lippmann, hablaba así de los títulos "podridos" que había que vender "engañando a cualquiera", según el informe del Senado que se basó en correos electrónicos del propio Lippmann. El año pasado, Goldman Sachs aceptó pagar una multa de 550 millones de dólares a la autoridad bursátil estadounidense para poner fin a las persecución judicial. La SEC está negociando con otros bancos. Deutsche Bank, Citigroup, JPMorgan Chase, Morgan Stanley y UBS son algunos de los bancos a los que se les han solicitado documentos. Además, en febrero, el asegurador estadounidense Allstate inició diligencias contra el Citigroup y el Deutsche Bank, acusándoles de haber engañado sobre la naturaleza de títulos adosados a préstamos hipotecarios de riesgo que habían revendido. "Desgraciadamente, estos acuerdos terminan con multas muy inferiores a los beneficios que estas prácticas lograron", deplora Vincent Bénard, analista del Instituto Turgot y autor del libro "Foreclosure gate: las bandas de Wall Street contra el Estado US". Bernard recuerda que un estadounidense fue condenado a 21 meses de cárcel por haber mentido sobre su declaración de la renta en el momento de contraer un préstamo hipotecario.