2 de mayo de 2011
BBC
Baja la calificación la deuda de Estados Unidos, cae de repente la inflación del Reino Unido, se eleva la tasa de interés en la zona euro, se estabiliza la tasa de crecimiento de China... Las personas conviven actualmente con una gran cantidad de noticias económicas. Pero, ¿sus decisiones sobre el dinero en realidad se rigen por emociones? El dinero es emocional. Las deudas causan preocupación. Las ganancias inesperadas son excitantes. Muchos se van de compras como una forma de terapia. "Pregúntele a la gente cuáles emociones son más frecuentemente asociadas con el dinero y éste es el orden de la lista: ansiedad, depresión, ira, impotencia, alegría, emoción, envidia, resentimiento", dice el psicólogo británico Adrian Furnham. "Pregúntele a la gente cuáles emociones son más frecuentemente asociadas con el dinero y éste es el orden de la lista: ansiedad, depresión, ira, impotencia, alegría, emoción, envidia, resentimiento" Adrian Furnham, Big Money Test Este especialista es coautor del nuevo proyecto de la BBC clic Big Money Test, que explora los vínculos entre el dinero y los comportamientos en el Reino Unido. Según Furnham, incluso las personas financieramente astutas tienen malos hábitos relacionados con la plata. Y enumera cinco arquetipos: Avaros: los que tienen miedo a quedarse sin dinero y tienen problemas para disfrutar de los beneficios que éste les puede reportar. Gastadores: los que desembolsan de una forma a menudo descontrolada, especialmente cuando se sienten mal de ánimo, y consiguen una mejoría a veces seguida de culpa. Magnates: los que ven el dinero como un camino hacia el poder y la aprobación, y creen que la riqueza los hará felices. Cazadores de gangas: los que se sienten superiores cuando llegan los descuentos y se molestan si tienen que pagar el precio completo. Jugadores: los que sienten regocijo al asumir riesgos y les resulta difícil dejar de apostar incluso cuando pierden, porque una victoria trae consigo una sensación de poder. En efectivo Brian Capon, quien en la década de los años 70 fue ejecutivo bancario en el Reino Unido, asegura que el estado de ánimo afecta la forma en la que las personas abordan las decisiones financieras. "Alguien que acaba de encontrar el auto o la casa de sus sueños puede estar tan centrado en los préstamos del dinero para comprarlos que quizás no le preocupe demasiado la tasa de interés que pagará o la precisión de la información que recibió", dice. Compradores Comprar tiene un efecto relajante para muchos... pero luego viene la culpa. "A menudo, el enfoque puede ser mucho más en conseguir la plata en efectivo en lugar de si puede permitirse el lujo de pagar", agrega Capón, que ahora trabaja para la Asociación de Banqueros Británicos. En aquella época, un banco sabía cómo era la vida de los clientes. "El gerente o su asistente, durante un período, podía construirse una imagen de sus hábitos de consumo", añade. "El sentimiento general era que no se debía gastar lo que no se tenía y que usted debía ahorrar para comprar lo que quería". Y "debido a que no mucha gente tenía una cuenta bancaria o fácil acceso al crédito, ese estado de ánimo generaba una predisposición frente al uso del dinero en efectivo, por lo que si no se contaba con la plata no se hacía la transacción". Pero los tiempos han cambiado. Gasto excesivo En el caso del Reino Unido, el nivel de endeudamiento -incluyendo hipotecas y tarjetas de crédito- ha batido el récord, a pesar de que en 2010 se registró un mayor volumen de pagos de créditos hipotecarios que en cualquier otro año. "Las personas quedan atrapadas en un estilo de vida que no pueden pagar. Sería bueno que conocieran a alguien que haya llegado a la quiebra para que sepan lo horrible que es" James Daley, editor de Which? Los niveles de deuda personal comenzaron a dispararse en la década de 1980, cuando se relajaron las normas de los préstamos, lo cual no fue compensado con campañas para educar al público en la buena administración de su dinero. Mientras que a los estudiantes se les enseña hoy a leer extractos bancarios y abreviaturas financieras, James Daley, editor de la revista británica dedicada a los consumidores Which?, sostiene que frecuentemente las personas evitan consultar a especialistas a menos que lleguen a un punto crítico. Y demasiados se niegan a reconcer sus estados financieros porque pensar en ello los hace sentir mal. "En el Reino Unido tenemos mas tendencia al gastador que al avaro. Las personas quedan atrapadas en un estilo de vida que no pueden pagar. Sería bueno que conocieran a alguien que haya llegado a la quiebra para que sepan lo horrible que es". Según Daley, el gobierno debe emprender campañas sobre los peligros del gasto excesivo, parecidas a las que alertan sobre el hábito de fumar. Pero el psicólogo de la Universidad Abierta Mark Fenton-O'Creevy, coautor del Big Money Test, advierte que incluso aquellos que cuentan con un nivel adecuado de información no están exentos del problema. Casas Hipoteca, tarjetas de crédito... Las deudas se acumulan. "La gente cuya educación superior tiene un componente financiero es más propensa a cometer errores con sus inversiones, al creer que sabe lo que está haciendo y tomar decisiones abruptas". Fenton-O'Creevy está involucrado en el clic proyecto paneuropeo Delia para comprobar si técnicas innovadoras, como los llamados juegos de inmersión, pueden ayudar a los consumidores a adquirir las habilidades necesarias para tomar mejores decisiones en materia económica. El objetivo del Big Money Test es comprobar la teoría según la cual la forma en la que manejamos nuestras emociones -particularmente cuando estamos estresados o en una situación desagradable- afecta el modo en el que administramos nuestro dinero. Porque saber qué significa la tasa de interés anual, cómo encontrar la mejor oferta o leer un extracto de cuenta es sólo una parte del conjunto.