14 de abril de 2011
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El sismo y la crisis nuclear siguen haciendo sentir su impacto en toda la economía de Japón, donde el gobierno rebajó este miércoles las expectativas de crecimiento y Toyota anunció la suspensión durante ocho días de su producción de automóviles en cinco fábricas europeas. En su informe de abril, el gobierno revisó a la baja por primera vez en seis meses sus expectativas de expansión de la tercera economía mundial, golpeada el 11 de marzo por un sismo de magnitud 9 y un gigantesco tsunami que dejaron más de 13.000 muertos y unos 15.000 desaparecidos. Los desastres naturales provocaron además un accidente nuclear en la central nuclear de Fukushima (noreste), con escapes radiactivos que obligaron a evacuar a centenares de miles de personas de la zona. "La coyuntura, que mejoraba, vive un período de debilitamiento provocado por las consecuencias del gran sismo en el noreste de Japón", señaló el gobierno. El consumo familiar, que antes del 11 de marzo comenzaba a aumentar, tiende a bajar a causa de los efectos de la catástrofe, constata el informe. También expresa preocupación por una eventual caída de las exportaciones, motor de la economía japonesa, tanto por la desorganización de las actividades provocada por los desastres como por el temor de los países importadores a la entrada de productos radiactivos. Varios países ya han impuesto restricciones a la compra de mercancías niponas. La producción industrial también disminuye, no sólo a causa de la destrucción de fábricas de materiales, componentes y repuestos, sino también por la escasez de electricidad y la caída de la demanda. Toyota, primer fabricante mundial de automóviles, decidió suspender su producción durante ocho días (a finales de abril y principios de mayo) en cinco de sus fábricas en Europa, a raíz de la falta de repuestos procedentes de Japón, después de haber anunciado medidas similares en sus plantas de América del Norte. Las fábricas afectadas son las unidades de ensamble de Onnaing (Francia), Burnaston (Gran Bretaña) y Adapazari (Turquía), así como las fábricas de motores de Jelcz-Laskowice (Polonia) y Deeside (Gran Bretaña). El gobierno, que estima los daños materiales de los desastres en unos 25 billones de yenes (unos 208.000 millones de euros, 301.600 millones de dólares), prevé un presupuesto suplementario de estímulo de unos 4 billones de yenes (33.000 millones de euros, 47.000 millones de dólares). El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó esta semana del 1,6% al 1,4% su previsión de crecimiento de Japón en 2011 e indicó que esos datos estaban supeditados a una "fuerte incertidumbre" sobre el impacto económico del sismo y el tsunami. Los economistas prevén una nueva etapa de recesión en Japón (dos trimestres consecutivos de caída del crecimiento), pero esperan una reactivación en el segundo semestre gracias a los esfuerzos de reconstrucción. Sin embargo, las restricciones del suministro eléctrico previstas este verano podrían frenar ese incremento de la actividad. La Bolsa de Tokio terminó la sesión de este miércoles en alza del 0,90%, a raíz de la nueva bajada del yen con respecto al dólar, acogida favorablemente por los inversionistas, debido a que esa tendencia favorece las exportaciones.