11 de abril de 2011
El Nuevo Dia
Unas 16,880 familias en Puerto Rico encaran la posibilidad de perder sus propiedades este año ante la imposibilidad de pagar sus hipotecas, mientras los programas de ayuda en las instituciones bancarias no son suficientes. En tanto, otras 7,973 familias ya pasaron por esa dura experiencia en los pasados tres años. Aunque la mayoría de los casos referidos para ejecución de hipotecas no terminan con la pérdida del inmueble, entre el 2008 y el 2010, el cuadro de este tipo de ejecuciones ha aumentado en 25%, según datos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF). Sin embargo, el año pasado, sólo dos de cada diez consumidores recibió ayuda de los programas de mitigación de pérdida. Cada caso es una tragedia En palabras de Nicole García, saber que se pierde un hogar es "una pesadilla". "Es una cosa horrible", dijo la mujer. "Estoy aquí porque soy una mujer de fe, porque mi hijo es la razón por la que lucho y porque mi hermana y mi madre son las que viven mi llanto y mi angustia... Pensé en quitarme la vida". "Quedarme sin empleo fue mi regalo de Reyes. Eso pasó en el 2008", recordó. García perdió su empleo como representante de ventas cuando, en medio de la crisis presupuestaria, el gobierno dejó de pagarle a su patrono. En un intento por cumplir con sus obligaciones, llegó a tener tres empleos. García perdió un ingreso de unos $3,000 al mes para devengar apenas $700; de vestir uniforme corporativo a usar mahones; de tener un crédito "intachable" a pelearse con cobradores que le acechaban día y noche. Perdió los ingresos, la paz y la salud, porque en medio de la pugna por salvar su hogar, recibió un diagnóstico de cáncer. "Todo es un engaño", dijo García. Explicó que su acreedor hipotecario le hizo arreglos en el pago por 90 días. Pero al no conseguir un empleo estable, no pudo cumplir y se le demandó. Explicó que en las postrimerías del proceso judicial, cuando ya se había otorgado la sentencia, se le citó al banco. Aunque pensó que podría modificar su hipoteca, sin saber firmó un documento en el que aceptaba el dictamen de la corte. "Firmé mi propia sentencia de ejecución", indicó molesta. Para evitar perder su "pequeño palacio", un modesto apartamento en Río Piedras, García se acogió a la quiebra. Avalancha de casos De acuerdo con el alguacil Pedro Hieye, el número de propiedades en ejecución es tal que tiene su agenda llena hasta junio. "Sólo en San Juan, estamos calendarizando sobre 80 subastas al mes", dijo Hieye. Cada mañana, Hieye acude al Centro Judicial de Hato Rey para vender las propiedades, luego de que los bancos, al prevalecer en sus reclamos de cobro, piden al Tribunal que ponga en vigor la sentencia. El alguacil con 25 años de experiencia aseguró que hay de todo. Van desde casitas en barriadas como Buen Consejo, en Río Piedras, hasta en zonas "exclusivas" como Los Paseos y Condado. También hay "mansiones" de $2 y $3 millones en lugares selectos como la urbanización Santa María en San Juan. "Yo no había visto eso nunca antes", dijo Hieye. "A veces, las personas ni siquiera saben que se subastó su propiedad", indicó el alguacil. Esfuerzo educativo Los casos de hipotecas en atraso y ejecuciones fueron de interés para la Legislatura. Pero la pesquisa de la comisión de Banca del Senado se convirtió en un esfuerzo educativo conjunto con la Asociación de Bancos de Puerto Rico (ABPR). Mientras banqueros y deudores disputan en corte miles de casos, la ABPR lanzó el programa "Protege tu Hogar", que ofrece seminarios por toda la Isla. La ABPR alega que los casos de ejecuciones en la Isla son reducidos en relación al universo de hipotecas y que ronda unas 450,000. "Quien tenga problemas económicos debe hablar de inmediato con su banco o venir a las ferias, que le vamos a encaminar", dijo el vicepresidente ejecutivo de la ABPR, Arturo Carrión. Según los datos de la OCIF, en el 2010, los casos referidos para ejecución llegaron al pico de 37,653 casos. Al desmenuzar la cifra, unos 7,310 préstamos se saldaron o se pusieron al día. Otros 2,095 terminaron en quiebra para evitar la pérdida de la propiedad. Asimismo, otros 8,206 casos (aproximadamente 20%) recibieron ayuda de su acreedor hipotecario. Unos 3,162 consumidores perdieron sus propiedades. La diferencia, 16,880 casos, continúan en el proceso de ejecución este año. Consejos si no puede pagar la hipoteca Notifique al acreedor tan pronto no pueda pagar su préstamo. Oriéntese en el banco y con entidades de asesoría al consumidor. Contrate un abogado o acuda a organizaciones que le den ayuda legal gratuita. Reciba todas las comunicaciones que le envían. Conozca el proceso judicial en su contra. Sea proactivo, no espere que venzan los términos para actuar. Recopile información de su préstamo. Verifique si su hipoteca está inscrita en el Registro de la Propiedad y quién es el dueño de su hipoteca. No necesariamente la tiene quien le cobra. Si no tiene recursos, la Administración de los Tribunales ayuda para que se autorrepresente. La quiebra puede evitar la ejecución de la propiedad, pero debe cumplir con los pagos, una vez la corte federal apruebe el plan. Fuente: Entrevistados