4 de abril de 2011
El Nuevo Herald
El Servicio Guardacostas tiene un nuevo significado para el término "tonelaje bruto". Durante las últimas décadas los estadounidenses han aumentado de peso significativamente, y eso ha llevado a nuevas normas sobre cuántos caben con seguridad en las embarcaciones de pasajeros. Desde principios de los años 60, el peso estándar de un pasajero, según el Servicio Guardacostas, ha sido 160 libras. Y esa ha sido la base sobre la que las empresas de barcos calculan el número de pasajeros que pueden abordar una embarcación. Pero los cambios en el peso general de la población —34 por ciento de los mayores de 20 años están obesos— han hecho que el Servicio Guardacostas aumente en unas cuantas libras el pasajero promedio. "La gente mucho más ahora", dijo Lisa Novak, portavoz del Servicio, desde su oficina en Washington. "El promedio ha aumentado a 185 libras". A partir del primero de diciembre esa será la norma para que los operadores de embarcaciones comerciales determinen el índice de ocupación. Por ejemplo, según las viejas reglas, una embarcación con una capacidad de 16,000 libras podía transportar 100 pasajeros. Según la nueva norma, esa embarcación ahora podrá llevar sólo 86 personas. El varón estadounidense promedio de entre 20 y 39 años ha experimentado un aumento de peso de aproximadamente 20 libras en las últimas cuatro décadas. La norma de 185 libras se calculó promediando el peso de hombres y mujeres en diferentes grupos de edad, dijo Bill Peters, arquitecto naval de Washington que estableció la regla, que no se aplica a las embarcaciones personales de recreo. Esto afectará a las embarcaciones de pasajeros como transbordadores, embarcaciones de paseo y excursiones, y cualquiera otra que necesite un certificado anual de inspección del Servicio Guardacostas. Los operadores de estas embarcaciones deben calcular la capacidad cuando renueven su certificado de inspección. Los barcos de crucero de bandera estadounidense también deben seguir la nueva norma, pero son muy pocos, dijo David Webb, oficial del Servicio Guardacostas. Pero pasajeros más pesados significa menos cantidad de personas en las embarcaciones de flete. "Esto hará que tengamos que reducir la cantidad de pasajeros", dijo Haley Sofge, gerente de Biscayne Lady Charters, que opera desde West Palm Beach y Miami. "Si ahora uno tiene una licencia para transportar 400 personas… con la nueva norma serán sólo 370". En cualquier momento, casi la mitad de las mujeres en Estados Unidos están a dieta, y gastan más de $40,000 millones al año en dietas y productos dietéticos. Pero muchos propietarios de embarcaciones dicen que casi nunca operan a plena capacidad y las nuevas reglas no han hecho que se lancen a comprar salvavidas extragrandes. "No espero ver un impacto negativo en condiciones normales", dijo Eileen White, gerente general de Anticipation Cruises, con sede en Fort Lauderdale, cuyas tres embarcaciones recorren las aguas del sur de la Florida para eventos empresariales, bodas y paseos. "Pero en los meses de más actividad podría afectarnos un poco financieramente". Algunos han observado que los puentes temporales del muelle a las embarcaciones a veces se quejan con el peso de los turistas pasados de peso. "Vemos a mucha gente obesa", dijo el guía de turistas Daniel Geiger, riéndose de su propia panza. "De vez en cuando tenemos un turista de 300 libras que destroza una silla", afirmó Brad Smith, que desde hace 20 años verifica los boletos de los pasajeros que abordan el Carrie B para un paseo por las aguas frente a Fort Lauderdale. "No cabe duda, la gente pesa más", dijo Ed Woods, de Pittsburgh y ex miembro del Servicio Guardacostas, mientras se preparaba para abordar el Carrie B con sus 25 libras de más. "En cualquier embarcación hay que vigilar el peso". Webb, el teniente del Servicio Guardacostas, dijo que uno de los peligros es que los pasajeros obesos se concentren un lado de la embarcación y hagan que voltee. "La preocupación es la estabilidad del barco", dijo. Uno de cada 10 niños de entre 2 y 5 años en Estados Unidos es obeso. En el grupo de los de 6 a 11 años, la cifra se duplica a dos de cada 10. Jerry Faber, propietario y presidente del veterano barco de paseo Jungle Queen, que lleva recorriendo el New River de Fort Lauderdale desde hace 75 años, dijo que menos pasajeros no afectarán las ganancias. "Para compensar, se cobra un poco más por la cena del paseo", dijo. O, bromeó, pudiéramos cambiar de clientela. "Esos son los americanos gordos", afirmó. "Pudiéramos aceptar sólo alemanes o irlandeses".