23 de marzo de 2011
La Vanguardia.es
Madrid (EFE).- Las ventas de la industria de los videojuegos sufrieron en 2010 una caída del 5,2% en España. El dato ha sido difundido por la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (ADESE), que atribuye el descenso a la crisis económica y la caída en la venta de consolas. ADESE ha presentado el balance económico del sector que, pese a los datos negativos, "deja margen para el optimismo", ha afirmado el presidente de la asociación, Alberto González. Su optimismo tiene como bases que España se mantiene como cuarto mercado consumidor más importante de Europa y que el sector continúa siendo la industria de ocio audiovisual e interactivo más importante del país (con el 50 por ciento de la cuota de mercado), por encima del cine en DVD y de la música. "Al igual que en el resto de Europa, la situación económica de los consumidores y la piratería -España es el quinto país del mundo con más descargas ilegales- han afectado al sector", ha explicado González. En España, el mercado de los videojuegos ha facturado un total de 1.245 millones de euros, unos ingresos que proceden de la venta de consolas en un 39,27 por ciento, de los videojuegos en un 50,68 por ciento, y de los periféricos, en un 10 por ciento. Según el informe de ADESE, el lanzamiento de periféricos como el mando 'Move' de Sony y el 'Kinect' de Microsoft, han conseguido amortiguar el retroceso del sector -que llegaría al 6 por ciento si no se tiene en cuenta la venta de estos accesorios-, afectado por la caída de un 13 por ciento en la venta de consolas. El hardware ha facturado 489 millones de euros en 2010, una cifra notablemente inferior a los 562,19 millones de euros registrados en el ejercicio anterior. González ha reconocido que puede tratarse de un descenso "cíclico" ya que los consumidores, antes de realizar nuevas compras, han preferido esperar al lanzamiento de las nuevas portátiles Nintendo 3DS y la Next Generation Portable de Sony. Aunque las ventas de software se han mantenido estables, sobre los 631 millones de euros, una cifra sólo el 0,38 por ciento inferior a la de 2009, González ha apuntado que este dato no se corresponde con "la inversión realizada". El software para PlayStation 3 sigue siendo el más popular con 4,36 millones de copias de juegos vendidas, seguido por los juegos para Wii (3,85 millones) y para Nintendo DS (2,78 millones). El secretario general de ADESE, Carlos Iglesias, ha explicado que las ventas de juegos para PC siguen "lastrando" los datos totales del consumo de software ya que este año han caído el 14 por ciento, un dato que contrasta con el crecimiento de las ventas de juegos para Xbox 360 gracias al empuje del periférico Kinect. En cuanto a géneros, los juegos tradicionales (simulación, plataformas, estrategia, acción, deportes...) han experimentado un repunte en 2010, cuando acapararon el 79,3 por ciento del mercado, frente al 73,7 por ciento de 2009. Los juegos de rally fueron los más populares (el 36,5 por ciento de las ventas de juegos tradicionales) y en otros tipos de juegos, como los dedicados a salud, desarrollo intelectual y juegos sociales, las consolas de Nintendo son las que acaparan gran parte de las ventas. Otro dato significativo ha sido la caída de ventas de los juegos dedicados a cantar y a tocar instrumentos musicales, un retroceso que se materializó el pasado febrero cuando el fabricante de videojuegos Activision Blizzard anunció que iba a dejar de producir el juego "Guitar Hero". Aunque el 43,9 por ciento de los títulos que se lanzaron en 2010 recibieron la calificación PEGI para mayores de 3 años, es un juego para mayores de 18 el que ha liderado las ventas: el "Call of Duty: Black Ops" (PS3), seguido por "New Super Mario Bross" (Wii) y Wii Fit Plus. Datos a parte, los responsables de ADESE han dejado claro que la asociación aún tiene dos grandes retos por delante: acabar con los efectos de la piratería y conseguir que el desarrollo de videojuegos en España (que actualmente apenas supone el uno por ciento de los que se compran) esté al nivel del consumo. "Aún es muy pronto para valorar los efectos que tendrá la Ley Sinde", ha comentado González, que ha considerado positivo "un marco legal para resolver el problema de las descargas ilegales. Además, el compromiso político mayoritario nos hace pensar que en caso de que la ley no resuelva el problema se buscarán nuevas fórmulas", ha concluido.