27 de febrero de 2011

La Opinion

MéXICO, D.F.— Los supermercados no tienen tortillas. Este tipo de negocios que son los más regulados por el gobierno mantienen desde hace una semana un desabasto en el alimento básico de la comida mexicana, frente a la escasez de maíz y el precio controlado.

"No sabemos hasta cuándo van a traer, pero puede llevarse de harina", sugiere un despachador de la cadena de la cadena de abarrotes al menudeo Oxxo.

Las recientes heladas en el norte de México causaron la perdida del 81% de las 467,000 hectáreas de maíz sembradas en Sinaloa, el principal productor de maíz blanco en el país, por lo que sólo se cosecharán sólo 461,000 toneladas de las 4,668,000 estimadas para esta temporada.

El gobierno continúa regulando el precio en alrededor de 0.86 centavos de dólares el kilo a nivel nacional, lo que implica un aumento de sólo 37 centavos en lo que va del año, pero los productores de tortilla suben el costo del producto de manera discrecional.

"Puede levantar las multas que quieran, ya que nosotros tenemos los fundamentos legales para echar abajo las sanciones", dijo Manuel Vidal, el presidente del Consejo Estatal de la Masa y la Tortilla en el estado de Morelos, donde la Procuraduría Federal del Consumidor ha registrado uno de las más altas variaciones en el precio.

"No sabemos qué va a suceder con ellos, pues sus costos de producción son mayores, en comparación a sus ganancias".

El presidente Felipe Calderón dijo el jueves en un mensaje que México tendrá maíz suficiente para cubrir la demanda de tortilla a precios accesibles y decretó para apoyar fiscalmente a los productores agropecuarios.

El gobierno también anunció la compra de 650,000 toneladas de maíz a México, aprobada por el gobierno para frenar la escalada de precios de este producto

Anexo, la Secretaría de Economía fijó multas de hasta 6.6 millones de dólares y entre tres y 10 años de cárcel para los comercializadores de maíz blanco que presionen el incremento en el precio del kilogramo de tortilla "acaparando grano".

Las autoridades trabajan a marchas forzadas para revertir la situación. En los últimos días, los estados de Sonora, Sinaloa y Tamaulipas sembraron 185 mil hectáreas de maíz blanco que buscan frenar la importación.