11 de febrero de 2011

El Nuevo Herald

Dispuestos a reducir rápidamente $35,000 millones del gobierno, los republicanos de la Cámara de Representantes pidieron el miércoles el fin de al menos 60 programas federales y recortes en cientos de otros, centrándose en la educación, el medio ambiente, la seguridad alimenticia y el cumplimiento de la ley.

En un desafío directo al presidente Barack Obama, el plan pide eliminar un programa de un tren de alta velocidad que la administración había escogido para su expansión con un costo de miles de millones de dólares. También recomienda poner fin al apoyo federal a la Corporación para las Transmisiones Públicas (Corporation for Public Broadcasting), los servicios de planeación de la familia y los AmeriCorps.

El principal programa de nutrición del gobierno para las mujeres embarazadas podría reducirse un 6 por ciento del nivel del año pasado.

La propuesta marca un intento inicial de los recién fortalecidos republicanos para cortar el gasto y reducir el tamaño del gobierno federal. También prepara el escenario para semanas de combate político en que los demócratas buscarán desafiar los recortes, mientras los conservadores respaldados por el Tea Party buscarán profundizarlos.

Los republicanos ``mantenemos nuestra promesa al público estadounidense de que recortaremos el gasto', dijo el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, republicano por Ohio, después de que se esbozaron los detalles en una reunión a puertas cerradas entre los miembros de este partido.

Los detalles preliminares del plan emergieron justo antes de que Obama recibiera a Boehner y a sus dos principales lugartenientes en un almuerzo en la Casa Blanca.

Al reaccionar moderadamente a los cortes recomendados, Robert Gibbs, secretario de Prensa de la Casa Blanca, citó un ``amplio acuerdo que tenemos para cambiar la forma en que funciona Washington, particularmente en lo que se relaciona con el gasto'.

Al mismo tiempo, agregó, ``tenemos que hacerlo en una forma en que proteja importantes inversiones para que podamos ganar el futuro', con lo que destacó la voluntad del presidente de proteger sus propias prioridades.

Los republicanos no revelaron muchos de los detalles de su propuesta, a las que directivos del partido dijeron que se hacen los últimos cambios antes de que se presente una legislación.

No está aún claro, dijeron los directivos, si el borrador tratará de prohibir que la Agencia de Protección Ambiental regule los gases invernadero bajo la Ley de Aire Limpio. Alternativamente, una prohibición a ese efecto se podría agregar cuando la iniciativa de ley llege la semana próxima al pleno de la Cámara de Representantes.

También se espera que se agreguen otras prioridades del Partido Republicano, incluyendo una prohibición de usar dinero federal para la nueva ley del cuidado de la salud.

De acuerdo con material presentado por el representante Harold Rogers, republicano por Kentucky y presidente de la Comisión de Asignaciones de la cámara baja, los recortes serían en una amplia gama de programas nacionales, desde la EPA a la vivienda, el servicio meteorológico, la seguridad y la inspección alimenticia, y el Cuerpo de Ingenieros de las Fuerzas Armadas de EEUU. El Community Development Block Grant, que suministra fondos a los municipios, podría también sufrir recortes.

Los recortes que esbozó Rogers tienen la aceptación de los líderes del Partido Republicano, quienes tratan de ejercer el mandato que obtuvieron en las pasadas elecciones mientras se mantienen conscientes de los límites políticos de reducciones que podrían afectar a muchos millones de personas.

Algunos republicanos dijeron que no estaban satisfechos, incluso antes de que conocieran todos los detalles.

``No he visto los particulares en la lista, pero la suma general no es suficiente para mí', dijo John Campbell, representante por California.

El déficit se proyecta que sea un récord de $1,500 billones para el actual año fiscal, y la deuda nacional se aproxima a los $14,000 billones. Ambas categorías han aumentado mucho en años recientes mientras Estados Unidos trata de recuperarse de la peor recesión desde la década de 1930.

Rogers alertó contra hacer recortes demasiado profundos, al explicar el impacto potencial que tendría duplicar sus reducciones recomentadas.

El resultado sería semanas de descanso obligatorio sin pago y despidos para importante personal del cumplimiento de la ley, como el FBI y la DEA, dijo Rogers, de acuerdo con descripciones de sus comentarios.

La Administración de Alimentos y Drogas podría regresar a niveles de financiamiento de hace dos décadas, agregó, de hacerse cortes potencialmente más profundos, y la Administración Federal de Aviación tendría que darles a todos sus controladores del tráfico aéreo descanso sin sueldo por 41 días al año.

Cualquier recorte eventualmente aprobado por la Cámara de Republicanos se incorporaría en la legislación necesaria para mantener al gobierno en su operación de rutina después que su actual autoridad de financiamiento expire el 4 de marzo.

Los republicanos han dicho en privado que están preparados para aprobar una serie de iniciativas de ley provisionales, cada una que dure unos pocos días, para evitar un recorte en los fondos que podría provocar el cierre del gobierno.

En total, las recomendaciones incluyen recortes por $43,000 millones de presupuestos de ayuda nacional e internacional comparados con los niveles en funcionamiento para el año fiscal que termina el 30 de septiembre.

Los aumentos para el Pentágono, la seguridad nacional y el programa de veteranos compensan parte del total, dejando el total de recortes en unos $35,000 millones.

Eliminar AmeriCorps - una iniciativa del ex presidente Bill Clinton - ahorraría $373 millones. Poner fin a las subvenciones para la política de contratación ahorría $298 millones.

Se eliminaría el subsidio federal para la Corporación para Transmisiones Públicas, lo que ahorraría $531 millones.

La lista de recortes contiene ganadores y perdedores. El FBI recibiría un incremento de un 4 por ciento, mientras la NASA absorbería un recorte de menos de un 1 por ciento de los niveles actuales.

El presupuesto de investigación de salud de $31,000 millones se congelaría a los niveles del 2010.

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