18 de enero de 2011
El Nuevo Herald
Siete veces durante el pasado verano, el Centro Quiropráctico Fort Myers le envió una factura al seguro Direct General por tratar las lesiones sufridas por William Pérez-León en un accidente de auto. Lo que pasa es que no hubo un accidente. No hubo lesiones, ni masajes, ni ultrasonidos, ninguno de los tratamientos por los que se le enviaron facturas a la compañía de seguro. Durante todo ese tiempo, Pérez-León estuvo en la cárcel por manejar bajo influencia de sustancias prohibidas (DUI). Se arrestó a tres empleados del centro quiropráctico. Los investigadores lo calificaron de un ejemplo de libro de texto, aunque descaradamente evidente, de un fraude que involucra un servicio de Protección por Lesiones Personales (PIP). "Sólo pudimos agarrar a éste con las manos tan en la masa porque el hombre está en la cárcel', explicó el capitán Steve Smith, jefe de la región sur de la Florida de la División de Fraudes a los Seguros. El sur de la Florida tiene el segundo lugar en el país en fraudes de PIP, según la Oficina Nacional de Delitos de Seguros, una organización sin fines de lucro que trabaja con compañías de seguro para investigar fraudes. En cierta forma, eso es una señal de progreso. La región fue el número uno, hasta que le cedió recientemente el lugar a Tampa Bay. Las aseguradoras y los investigadores de fraudes tienen la esperanza de que la Legislatura aborde este año el tema del PIP --llevándolo a como estaba antes-- y ponga en funcionamiento medidas que finalmente ayuden a reducir el problema. Algunos han sugerido una regulación más estricta de ciertos tipos de clínicas y penalidades más fuertes para los que violan la ley, aunque ya es un delito grave de segundo grado el falsificar un accidente con el propósito de cobrar el seguro. En la Florida, incluso si manejas un cacharro tienes que tener un PIP. Es la parte básica de su política que asegura que se pagarán las cuentas médicas de las personas --hasta $10,000-- sin esperar a que una corte decida quién tiene la culpa y por lo tanto, es responsable de los costos. El PIP puede constituir una cuarta parte del costo de su póliza. Pero la naturaleza de no responsabilidad del PIP es irresistible para los pillos que preparan accidentes falsos o simplemente envían reclamaciones falsas por tratamientos médicos no existentes. Muchos de estos fraudes no se detectan. Y cuando se detectan, el castigo se limita algunas veces a una multa y una libertad condicional, sin cumplir tiempo en prisión. Considere el caso de Gerardo Melenez, paralegal de Miami. En octubre pasado se le sentenció a siete años de libertad condicional por su papel en una red que organizaba accidentes falsos con el propósito expreso de cobrarles a las compañías de seguro. Los fiscales tendrán pronto otra oportunidad de sacarlo de circulación. Melenez tiene otro caso pendiente de fraude, en el que se le acusa de entrenar a los participantes en cómo describir sus lesiones fantasmas a las compañías de seguro y la clínica. Usted paga por eso. En la Florida, que tiene las cuartas mayores primas de autos en el país, el costo de las reclamaciones ilegales se pasa básicamente a las primas. Los fraudes inflan la factura anual del seguro en unos $400 para una familia típica, dijo Jeff Atwater, el recién electo director de Finanzas del estado. El costo aumenta. El año pasado, al pedir un aumento de un 8.5 por ciento de las tasas en todo el estado (un 14.5 por ciento para Miami-Dade), Progressive calificó al PIP como el "factor crítico' detrás de la solicitud, y dijo que los aumentos "se deben tanto a las tendencias de mayores pérdidas como a la creciente actividad fraudulenta'. Robin Westcott, el director de supervisión de propiedad y víctimas de la Oficina de Regulación de los Seguros, predijo que si los fraudes continúan sin ser supervisados, "se verá a las compañías llevar al estado' a la situación en que lo colocaron las aseguradoras por fenómenos meteorológicos después de Wilma y otras tormentas. El fraude de PIP sólo está limitado por la creatividad de los criminales envueltos. Pero el timo básico incluye un choque falso en el que muchas personas --que pueden o no haber estado en el auto-- resultan supuestamente lesionadas. Las víctimas de los accidentes van a una clínica, que en algunos casos ellos reclutaron para participar en el fraude. Allí, llenan papeles que afirman que han sido tratadas. Algunas clínicas pagan directamente a los que participan en el accidente, al reclutar a inmigrantes recién llegados, trabajadores de bajos ingresos y otros que pueden usar el dinero. La investigación que atrapó al paralegal Melenez se llamó Operación TGIF porque muchos de los accidentes sucedieron (o se reportaron que habían sucedido) los viernes. También se arrestó a otras 27 personas. Colectivamente, dijeron las autoridades, la red presentó demandas falsas por $300,000. Unos $442,500 confiscados de las cuentas bancarias de Melenez se usaron para repagarle a decenas de compañías de seguros. Debido a que la investigación está en marcha, las autoridades no dieron a conocer otros detalles o mencionaron a otras personas que podrían estar involucradas. Casi desde que el PIP se convirtió en una parte de la ley de la Florida en 1972, la cobertura de seguros ha sido un vehículo para el fraude. Apenas cinco años después que la Florida se convirtió en un estado sin responsabilidad, se creó una unidad especial de policía de seguros para manejar los casos de fraude. Para combatir los timos con el PIP, las leyes de seguro de no responsabilidad de la Florida se han reformado una y otra vez. Por un breve período en el 2007, no se les requería a los choferes comprar seguro alguno, aunque el PIP se revivió un poco después. La ley estatal requiere que las reclamaciones de PIP se paguen a los 30 días de un accidente. Eso puede que no sea siempre un tiempo suficiente para averiguar si un reclamo es legítimo. "Pagamos reclamos fraudulentos', dijo Richard Parrillo Sr., presidente y gerente general de United Automobile Insurance Company en Miami Gardens. "Soy el primero en admitirlo'. El y otros apuntan el dedo a miles de clínicas de salud que operan --legalmente-- sin licencias a lo largo del estado, incluyendo el Centro Quiropráctico Fort Myers. El número de teléfono de la compañia que aparece en la guía está desconectado. Las clínicas propiedad de algunos profesionales que ya tienen licencia del estado, incluyendo terapeutas de masajes, terapeutas físicos, médicos y enfermeras registradas avanzadas, estan eximidas de licencias adicionales. "Con las clínicas eximidas no tenemos supervisión', explicó Roger Bell, director de la unidad de licencias para las clínicas de salud de la Agencia de Administración del Cuidado de la Salud en la Florida. Su agencia tiene la esperanza de que la Legislatura actúe esta primavera para poner fin a algunas exenciones de licencias. "Hay muchas clínicas eximidas'. Atwater, el director financiero de la Florida, prometió mantener una estrecha atención sobre el fraude del PIP. "Los delincuentes que cometen estos timos necesitan saber que mi plan es ponerlos tras las rejas', dijo Atwater. Durante los dos últimos años, los investigadores de seguros del estado han arrestado a más de 400 personas por fraudes que involucran políticas del PIP. Sólo la semana pasada, Ricardo Uranga Guemes, de 32 años; y Yamzilka Turino, de 30, quienes fueron arrestados en Miami-Dade después que una investigación encontró que ellos reclutaron a cinco personas para representar un accidente falso que fue la fuente de $78,000 en reclamos de PIP. En la otra parte de la península, la terapeuta de masajes Serenity R. Toler, de Naples, fue arrestada y acusada la semana pasada por presentar más de $10,000 en reclamos falsos de PIP para dos pacientes a los que nunca se trató. Los investigadores no tienen dudas de que sus lugares serán pronto tomados por otros estafadores. "Si se tiene una clínica que sólo obtiene dos nuevos pacientes a la semana ellos pueden presentar facturas por $1 millón al año', dijo Smith. A esos precios, agregó, el fraude PIP seguirá atrayendo a recién llegados. "Es como una hidra', agregó. "Cortas una cabeza y aparecen dos más'.