12 de enero de 2011
El Vocero
El reciente ajuste en precio de la leche fresca, que eleva el precio del litro en 10¢ a partir del próximo 20 de enero, tendrá un impacto de $10 millones en los mercados institucionales, los cuales consumen unos 40 millones de litros cada año. Este aumento impactará mercados institucionales como los comedores escolares, los Head Star, los Centros de Cuidado Diurnos, hospitales y el programa WIC, entre otros, segmentos que a su vez impactan a miles de niños y adultos. En el caso de comedores escolares, el mayor mercado institucional que sirve leche fresca entre su población, se estima que el impacto ascenderá a $2 millones. Este segmento compra anualmente 64.4 millones de cuartitas de leche y dicho aumento le representa 2.5¢ más por litro. Waleska Rodríguez, directora de la Autoridad de Alimentos aseguró a EL VOCERO, que para la institución representa un serio problema ya que ellos radicaron su presupuesto federal anual, que corre de octubre a septiembre, con los números anteriores los cuales no contemplaban aumento alguno, sino que se basaba en el precio actual. "En estos momentos estamos analizando los números para hacerlos llegar al Sub secretario de Administración, quien finalmente tomará la determinación de la acción a tomar para remediar dicho impacto", indicó. Por su parte, el secretario de Agricultura, Javier Rivera Aquino aceptó que este aumento afecta a estos segmentos en un grado mayor que al consumidor habitual porque tienen un presupuesto establecido, por lo que el alza representa un gasto adicional. Afirmó, que si estos mercados no consiguen presupuesto adicional tendrán que optar por reducir el número de raciones, reducir las órdenes servidas o solicitar al Fondo de Fomento de la Industria Lechera alguna asistencia económica en lo que logran hacer los ajustes necesarios para acatar el nuevo precio. No obstante, Rivera Aquino fue enfático en que se debe tener cuidado en solicitar aumentos en precios de manera frívola a través de ajustes en partidas como el uso de terreno al valor del mercado. "Este tipo de circularidad hay que detenerla, de partidas como estas prevalecer, el precio de la leche seguirá en alzada y con ello se corre el riesgo de que los consumidores busquen otras opciones, lo que redundaría en merma en ventas, lo que no le conviene a nadie, ya que nuestra leche es la de más alta calidad", afirmó. Otra situación que el Titular de Agricultura entiende se puede suscitar es que aparezcan empresarios que opten por importar leche fresca de Estados Unidos y que entonces sean los propios ganaderos los que soliciten a su agencia algún tipo de reglamentación proteccionista para detener la práctica, obstruyendo así el comercio interestatal. Según los economistas del Departamento de Agricultura, este aumento de 10¢ deberá repercutir en una merma en ventas de un 8%, equivalente a 24 millones de cuartillos, por lo que instan a que se adopten mayores estrategias de promoción, de manera que puedan atraer a otros mercados institucionales y a consumidores en general. No obstante, los ganaderos no parecen estar de acuerdo en las declaraciones anteriores. Según el sector, la leche fresca en el último año ha tenido una recepción positiva, donde todos los sectores han estado remando en una misma dirección. Aceptaron, que al inicio del aumento en el precio hubo un efecto adverso en consumo en lo que se estabilizó la industria y posteriormente siguieron en alzada las ventas. Este año entienden que la proyección será similar. En un inicio pudiesen registrar mermas en ventas de alrededor de 1%, cifra que aclararon con el inicio de clases puede que ni siquera se concrete. En torno al efecto en el mercado institucional, Gabriel Cordero, presidente de la Asociación de Agricultores, explicó que básicamente estos clientes trabajan comprando productos cuyos precios varían continuamente. "Es más el arroz, los vegetales y las medicinas que compran que la leche, y en todos estos productos los precios suben y bajan continuamente, por lo que entendemos que en estas agencias debe existir un presupuesto de contingencia que salvaguarde este tipo de situación. Es muy lamentable el tener que solicitar un aumento en precio, pero es necesario para poder mantener viva la industria y poder ofrecer la calidad de leche fresca que posee el país". Respecto a la posible entrada de leche fresca importada, Cordero fue enfático en que esto no se ha dado localmente por lo costoso que resulta traer el producto a la Isla. "Es más caro importar leche que producirla localmente. Se trata de un producto perecedero que no puede mantenerse viajando por mucho tiempo porque se daña y el traerlo por avión resulta extremadamente costoso, lo que no le permitiría competir con la leche local. Debemos ser positivos y ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío. En la medida que la industria se levante ganamos todos", indicó. Esta reacciones se obtienen en momentos en que los segmentos que componen la industria parecen no estar satisfecho con el nuevo ajuste de precios. Por ello el próximo 14 de enero vuelve al Tribunal Federal el Departamento de Agricultura para presentar toda la documentación que justifica el nuevo precio, que eleva a $1.50 el cuartillo de leche. Asimismo, el 20 de enero, las elaboradoras como los detallistas acudirán a dicho foro federal a justificar la necesidad de un ajuste adicional que les haga justicia a cada uno de sus segmentos. Según las plantas elaboradoras medio centavo no les hace justicia y para los detallistas el que no le hubiesen adjudicado ningún ajuste económico tampoco les hace justicia.