6 de diciembre de 2010

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(AP) - Pfizer Inc. reemplazó abruptamente el domingo a su director general y presidente Jeffrey B. Kindler y argumentó que se retiraba después de cuatro años y medio al mando de la mayor farmacéutica del mundo para reponerse.

Los analistas interpretaron la partida inesperada como una destitución, que llega en medio de diversos fracasos en los laboratorios de Pfizer para producir nuevas medicinas exitosas aunados a la expiración de múltiples patentes que amenazan a sus ingresos, así como una estrategia cuestionable para depender de adquisiciones y reducción de costos para superar sus enormes problemas.

La medida, anunciada el domingo por la noche podría ser un intento por paliar a los inversionistas molestos con el debilitamiento de las acciones de Pfizer, que con un precio de 17,62 dólares están bastante por debajo de la de sus competidores y con un nivel 30% menor desde que Kindler asumió la dirección.

Ian Read, de 57 años y empleado de Pfizer por 32, asumió inmediatamente el puesto de director ejecutivo y presidente. Read ha dirigido las operaciones a nivel mundial de la farmacéutica desde el 2006. Al parecer la junta directiva también quiere una conducción más estricta y ha dicho que elegirá a uno de sus integrantes como presidente no ejecutivo dentro de las próximas dos semanas.

Kindler, que estudió derecho en Harvard y trabajó como ejecutivo de McDonald's Corp. antes de llegar a Pfizer, reorganizó la mayoría de las operaciones de la empresa con sede en Nueva York en un esfuerzo por mantener sus ventas. Dijo que planea "recargar mis baterías" y pasar más tiempo con su familia mientras se prepara para nuevos retos, de acuerdo con un comunicado de la empresa. No se revelaron otros detalles.

"Creo que lo que vemos es una amplia frustración", dijo el analista Steve Brozak de la compañía financiera WBB Securities.

Brozak agregó que la última gran adquisición de Kindler, un acuerdo pendiente para comprar a la farmacéutica King Pharmaceuticals por 3.600 millones de dólares, pudo ser la gota que derramó el vaso para la junta directiva.