27 de octubre de 2010
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BOSTON (AP) - La farmacéutica británica GlaxoSmithKline PLC pagará 750 millones de dólares en un acuerdo por las acusaciones de que fabricó y vendió a sabiendas medicinas adulteradas, informaron el martes fiscales federales en Massachusetts. Entre los medicamentos involucrados en el caso se encontraba el popular antidepresivo Paxil. La fiscal federal Carmen Ortiz anunció que la empresa con sede en Londres pagará 150 millones de dólares en multas penales y los 600 millones restantes en multas civiles relacionadas con los procesos de fabricación fraudulenta en su planta de Cidra, Puerto Rico. La empresa permitió que varios medicamentos fueran adulterados entre el 2001 y el 2005, incluyendo el ungüento para infecciones en la piel Bactroban, un medicamento contra la nausea llamado Kytril y una medicina para la diabetes de nombre Avandamet, agregó Ortiz. GlaxoSmithKline expresó en un comunicado su arrepentimiento por operar la planta de una forma que violó las prácticas de manufacturación correcta. La compañía agregó que la fábrica cerró en el 2009 por la caída en la demanda de los medicamentos que producía. El 15 de julio los ejecutivos de la empresa revelaron un cargo de 750 millones de dólares en las ganancias de la empresa en el segundo trimestre del 2010 relacionado con el acuerdo legal. Ortiz dijo que al parecer ningún paciente resultó lesionado por los problemas de calidad, los cuales incluían la falta de garantías sobre la esterilización de Bactroban y Kytril. La investigación comenzó después de que Cheryl Eckard, la gerente encargada de medidas de seguridad de la empresa a nivel mundial, fuera a la fábrica de Puerto Rico en agosto del 2001 para dirigir a un grupo de científicos y expertos en calidad que buscaban corregir los defectos de fabricación mencionados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) Eckard descubrió numerosas violaciones a las medidas de calidad, incluyendo un sistema de agua contaminado y un sistema de aire acondicionado también contaminado que permitía transmitir microorganismos entre diferentes productos. Eckard, que trabajaba para las oficinas de la empresa en Carolina del Norte, dijo que fue despedida en el 2003 después de reportar los problemas a la compañía en múltiples ocasiones. Finalmente reportó las fallas a la FDA y presentó una demanda solicitando protección por la denuncia. Eckard recibirá 96 millones de dólares del dinero que pagará la compañía en su acuerdo. "Esto no es algo que planeara, pero era necesario por la seguridad de los pacientes", dijo tras el anuncio del acuerdo.