24 de agosto de 2010

El Nuevo Dia

En millones de ocasiones, los consumidores recurrieron el año pasado a cajeros independientes localizados en gasolineras y otros comercios, para sacar dinero en efectivo.

Estos cajeros han proliferado, al punto que se estima que hay sobre 800 cajeros en la Isla y se perfila que el sector siga creciendo. Sin embargo, los cajeros independientes no están regulados a nivel estatal.

Por ello, ante la Asamblea Legislativa hay por lo menos seis proyectos que afectan de alguna manera a los cajeros automáticos independientes (ATM, por sus siglas en inglés), que hay en gasolineras, tiendas y supermercados, que representan más de un 26% del mercado actual de estos equipos.

A grandes rasgos, la movida a nivel de legislación busca proteger a los consumidores ante potenciales transacciones fraudulentas, al igual que de los cargos que cobran por su uso.

Los proyectos para investigar la industria de ATM independiente presentan medidas tales como exigirles la instalación de cámaras de seguridad, crear un reglamento que aplique a todas las compañías de cajeros independientes y la creación de un registro de operadores.

"Tratamos de protegernos de algunas transacciones fraudulentas que se han dado en algunas ATM, que hasta donde sabemos carecen de medidas de seguridad", sostuvo el vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Bancos, Arturo Carrión.

Dicha entidad es una de las que ha cabildeado para que se logre reglamentar al mencionado sector. No obstante, Carrión aclaró que la organización está revisando su postura ante nueva información provista por estas empresas.

Por su parte, el secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor, Luis Rivera Marín, planteó que su preocupación mayor con estas máquinas es que, si no se imponen controles adecuados, pudieran prestarse para el delito de robo de identidad y lavado de dinero. Manifestó que no todas tienen los requisitos de "codificación" que exigen las compañías de tarjetas de crédito.

Rivera Marín señaló que ya tiene listo un reglamento para aplicar a los ATM independientes como pide uno de los proyectos. Recalcó que crear un registro de estas máquinas permitirá conocer a ciencia cierta cuántas existen en realidad y si son manejadas por comerciantes bonafide.

Sobre los cargos que cobran estos cajeros, que promedian $1.50 por transacción, Rivera Marín indicó que el DACO realizó un operativo el año pasado para obligar a estos comerciantes a rotular debidamente los ATM alertando sobre los cargos.

Por otro lado, el Secretario entiende que, además del DACO, la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) debe entrar a fiscalizar las ATM.

Precisamente, Alfredo Padilla, comisionado de la OCIF, confirmó que los ATM independientes "no son supervisados ni reglamentados por OCIF o alguna otra entidad gubernamental".

Pero Padilla dejó claro que son "muy pocas" las querellas que se reciben en su oficina sobre cajeros, incluso los administrados por los bancos.

Temen reglas excesivas

Sin embargo, representantes del sector temen que las regulaciones sean excesivas y en detrimento del consumidor.

Precisamente, miembros de las firmas Cardtronics e ITS Systems Integrators, que operan este tipo de cajero automático, han levantado su voz para reclamar que ya son altamente reglamentados en el ámbito federal.

Iván Torres, representante de ITS Systems Integrators, administra 300 ATM que en 2009 atendieron 4.2 millones de transacciones. Según Torres su negocio ya está reglamentado por la Reserva Federal, el Departamento de Justicia federal y la Comisión Federal de Comercio.

Además, opinó que su servicio llena unas necesidades y carencias del mercado local. "Si la banca estuviera supliendo todos los servicios necesarios para la población, nosotros no estaríamos realizando millones de transacciones anuales", comentó Torres.

Por su parte, Jorge Fernández, representante de Cardtronics, el mayor operador a nivel mundial de ATM, abogó porque el trato sea justo. "No nos oponemos a que exista un reglamento para el registro apropiado de los cajeros, pero tiene que ser un reglamento sensato y justo para todos por igual", dijo Fernández, cuya empresa opera 100 cajeros en Puerto Rico, número que llegará a 200 tras un acuerdo firmado con Scotiabank.

Asimismo, el presidente de la Asociación de Detallistas de Gasolina, Héctor Gierbolini, dijo que, si las reglas aplican por igual a todos los cajeros, tanto a los independientes y como a los cajeros de los bancos, no se opondría.

Dijo que estas máquinas resultan en beneficio de los comerciantes, pues los protegen de los onerosos cargos o comisiones que imponen las tarjetas de crédito por transacción.

Gierbolini agregó que estos cajeros incluso son más seguros que algunos asociados a bancos, pues mayormente están ubicados dentro de los establecimientos.