23 de agosto de 2010
La Opinion
Se puede ser buen pariente, sin dejar de ser precavido —pero si te dejas llevar por tu buen corazón y le prestas dinero a un familiar (o a un amigo), es posible que pierdas no sólo el dinero sino también tu buena relación con esa persona. Peor aún sería el caso de que dejaras que un familiar o un amigo usara tu crédito para comprar una casa, o hacer cualquier otra adquisición considerable, como un auto… Si esa persona no hace los pagos correspondientes a la deuda que adquirió usando tu nombre como garantía, toda esa carga de pagos te corresponderá a ti liquidarla. HEREDAS UNA DEUDA Si tú no pudieras pagarla, se destrozará tu crédito, o podría ser que hasta llegaras a perder alguna propiedad. En caso de que tú mismo quisieras en el futuro comprar una casa o un auto para ti, no podrías, porque tendrás en tu historial de crédito esa mancha antigua de una mala deuda. Muchas personas tienen razón cuando aseguran que para prestar dinero están los bancos, y aunque hay casos en que se hace absolutamente imposible negarse a ello —cuando se trata de, digamos, una madre o un hijo en apuros—, es mejor no meterse en esos problemas que podrían llegar a destruir tu propia vida financiera. Si te ves en la necesidad imperiosa de hacer el préstamo, da sólo una cantidad de la que puedas disponer sin tener que pedir prestado luego por tu parte, y considera la posibilidad de que nunca más veras ese dinero. OFRECE CONSUELO Y APOYO MORAL Los seres queridos son personas muy importantes en nuestras vidas, pero no pongas a riesgo tus finanzas, y el futuro de tu familia más cercana, por ayudar a otra persona. Ofrece consejo, consuelo y apoyo moral, porque a veces estas cosas se agradecen más que el dinero. Jamás te pongas de cofirmante de un préstamo — piensa que si el banco (que tiene mucho más dinero que tú) no le quiere dar dinero a esa persona, mucho menos debes hacerlo tú… Por otro lado, cuando una persona usa el crédito de otra para comprar casa, está haciendo pagos a una propiedad de la cual no es dueño. Así que este es un asunto negativo por dondequiera que se mire. Si necesitas un préstamo, pídelo al banco; si no eres ciudadano o residente, usa tu número de ITIN para que seas dueño de tu deuda y de tu propiedad.