23 de julio de 2010
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NUEVA YORK (Reuters Health) - Un beneficio de Medicare ayudaría a más adultos mayores estadounidenses con insuficiencia cardíaca a acceder a los remedios adecuados. Un estudio sobre casi 7.000 pacientes de un plan de seguro de salud con ese problema halló que la cantidad de recetas de medicamentos habituales para la insuficiencia cardíaca creció con la aparición de la prestación en el 2006. El mayor aumento se dio en los adultos mayores sin cobertura farmacológica previa. Desde enero del 2006, los beneficiarios de Medicare pueden acceder a la prestación "Parte D", que financia el programa y está disponible a través de planes privados. La industria farmacológica respaldó la nueva ley del 2003 que creó el programa de cobertura. Una de las críticas a ese cambio en la cobertura de las recetas justamente fue que la industria sería la más beneficiada. Un informe del 2007 de IMS Health, una compañía que proporciona datos de las ventas a la industria, reveló que el beneficio de Medicare había aumentado las ventas de las estatinas y los fármacos para la úlcera entre un 5 y un 7 por ciento. De todos modos, existen pruebas de que se está logrando el objetivo del programa: ayudar a los mayores, en especial aquellos con bajos ingresos, a comprar sus medicamentos. Por ejemplo, en el 2009, la organización de investigación RAND halló que la cobertura de Medicare había reducido un 16 por ciento el gasto anual de los beneficiarios en medicamentos, mientras que las recetas habían aumentado un 7 por ciento el año previo. Los nuevos datos, publicados en American Heart Journal, son los primeros que muestran que el programa ayudaría a más pacientes con insuficiencia cardíaca a acceder a los fármacos recetados por sus médicos para reducir el riesgo de hospitalización y prolongarles la vida. El equipo de la doctora Julie M. Donohue, de la University of Pittsburgh, analizó las historias clínicas de 6.950 personas con este problema mayores de 65 años, que habían participado entre el 2003 y el 2007 de un programa de manejo de la atención de Pennsylvania Medicare. Un año antes del lanzamiento de la prestación de Medicare, 534 participantes no tenían cobertura de recetas, mientras que unos 4.600 tenían cobertura con límites trimestrales de 150 ó 350 dólares. Los 1.800 restantes tenían cobertura a través del empleador o el sindicato, sin límites. Después de enero del 2006, la cantidad de recetas de fármacos para la insuficiencia cardíaca creció entre los beneficiarios sin cobertura farmacológica previa o con una limitada. Entre los que no habían tenido cobertura, el equipo observó que la cantidad promedio de recetas creció de 13 a 19 por año. También aumentó el porcentaje de los pacientes que usaron al menos una receta de un betabloqueante: del 45 por ciento en los dos años previos a Parte D al 59 por ciento en el 2006 y 2007. FUENTE: American Heart Journal, julio del 2010.