28 de abril de 2010
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NUEVA YORK (Reuters Health) - Los fanáticos de la comida rápida tienen que estar atentos: aunque se cuiden de las calorías, son muy propensos a ingerir un alto nivel de sodio con una hamburguesa y papas fritas o hasta una ensalada con pollo. Una encuesta a miles de dueños de 11 cadenas distintas de comida rápida reveló que sus alimentos contenían alrededor de más de 1.700 miligramos (mg) de sodio. Las guías de salud en Estados Unidos recomiendan no consumir más de 1.500 mg de sodio por día. "El sodio era alto en todas las cadenas de comidas que estudiamos, en especial, la densidad del sodio", dijo Christine M. Johnson, del Programa de Prevención y Control de las Enfermedades Cardiovasculares, del Departamento de Salud e Higiene Mental del Departamento de la Ciudad de Nueva York. Consumir demasiada sal aumenta el riesgo de hipertensión. Y a la gente le cuesta controlar su consumo, en especial desde que más de tres cuartos de la sal consumida proviene de los alimentos en restaurantes y empaquetados, publicó el equipo de Johnson en Archives of Internal Medicine. Las guías en Estados Unidos recomiendan que los adultos consuman menos de 2.300 mg de sodio diario y eso se reduce a 1.500 mg para los afroamericanos, los hipertensos y los mayores de 40 años, que son siete de cada 10 adultos en el país. El equipo preguntó a los comensales que salían de 167 cadenas de comidas rápidas en esta ciudad qué habían comprado para almorzar y reunió 6.580 tickets de compra. Casi el 60 por ciento de las compras incluyeron más de 1.500 mg de sodio. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) considera que consumir 600 mg de sodio por comida es "saludable". Sólo el 3 por ciento de los almuerzos reunía ese requisito y el 20 por ciento superaba los 2.300 mg. En promedio, los almuerzos contenían unos 2.100 mg de sodio por cada 1.000 calorías. Una fortaleza del estudio es que no se realizó a partir de lo que los comensales recordaban haber comido, destacó Johnson. "Fue lo que la gente compró y almorzó", explicó. Los restaurantes de Nueva York deben incluir en el menú las calorías de todos los alimentos y las bebidas que venden, pero no su contenido de sodio. Johnson recomendó que los amantes de la comida rápida que quieran reducir el consumo de sal busquen esa información online en, por ejemplo, la página de internet del restaurante. "Poder ver esa información antes de tomar una decisión es clave", dijo la autora. Una comida que parece saludable, como una ensalada con pollo reducida en sodio, incluye sal. Si bien la ciudad no planea empezar a exigirles a los restaurantes que incluyan información sobre el contenido de sodio en el menú, Erin Brady, subsecretaria de prensa del Departamento de Salud de la ciudad, confirmó que existe una iniciativa nacional para reducir en un 25 por ciento el sodio de las comidas empaquetadas y de restaurantes para el 2014. Hasta ahora, 16 empresas adhirieron voluntariamente, junto a docenas de ciudades y estados y 18 organizaciones nacionales de salud. FUENTE: Archives of Internal Medicine, 26 de abril del 2010.