22 de abril de 2010
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SAINT PAUL, Minnesota, EE.UU. (AP) - La inspección de un Toyota Camry, involucrado en un accidente mortal que derivó en el encarcelamiento de un residente de esta ciudad, arrojó evidencias de que el conductor trató de frenar antes de la colisión, dijeron el miércoles abogados y un experto. El choque, ocurrido en el 2006, dejó muertas a tres personas. Los filamentos en las luces de freno del auto de Koua Fong Lee "estallaron", lo que indica que pisó los frenos al menos un segundo o dos antes del impacto, dijo Jim Cook, un experto contratado por el abogado de las víctimas, Mike Padden. El abogado defensor de Lee, Brent Shafer, comenzó a buscar que se reabriera el caso, después de que Toyota retiró varios modelos más nuevos de sus autos, por algunos problemas de aceleración súbita. El accidente de Lee figura entre un número creciente de casos, algunos resueltos hace tiempo, que reciben atención nuevamente, luego que Toyota admitió que los problemas de aceleración eran más extensos de lo que se creía originalmente. Lee conducía un Camry 1996. Un número limitado de esos autos fueron objeto de una solicitud de devolución para reparar un problema en un sistema de control, instalado posteriormente, que causaba una aceleración repentina. Sin embargo, la fiscal del condado de Ramsey, Susan Gaertner, anunció el miércoles que el Camry de Lee tenía el sistema instalado de fábrica, y no figuraba entre los vehículos solicitados para llevar al taller. Schafer y Padden dicen que eso no incide en el caso de Lee. Señalan que hay algunos reportes, presentados ante los reguladores federales, sobre aceleración súbita en autos Camry 1996 que nunca fueron retirados para su reparación. La petición de un nuevo juicio por parte de Lee, emitida el mes pasado, fue acompañada por declaraciones juradas de 16 personas, quienes describieron casos de aceleración repentina en autos Toyota más viejos. Durante su juicio y en entrevistas recientes desde la prisión, Lee insistió en que hizo todo lo posible por detener su Camry en 1996, cuando aceleró sin control en la salida de una autopista, a unos 150 kilómetros por hora, y embistió un Oldsmobile. El preso, de 32 años, cumple una condena de ocho años, luego que un jurado lo halló culpable de homicidio culposo con un vehículo.